Las intensas lluvias provocaron ayer numerosas incidencias en las carreteras guipuzcoanas. Balsas de agua y desprendimientos afectaron al tráfico en puntos como la N-634 en Usurbil, en la zona del polígono de Ugalde, así como en la GI-631, a la altura del balneario de Zestoa. En la calle Pescadería de Pasaia se produjo uno de los desprendimientos más importantes, aunque no fue preciso desalojar a los vecinos.

En Donostia, las lluvias ocasionaron numerosas intervenciones por balsas, pequeñas inundaciones y caídas de árboles. El Ayuntamiento cerró el paseo de Arriola por la caída de un árbol y la inestabilidad de la ladera, así como el acceso al colegio Mundaiz debido a las grandes bolsas de agua formadas en el paseo. También el acceso a Igeldo estuvo cerrado hasta la retirada de un árbol y no se abrió Urgull, por precaución ante desprendimientos. Los servicios municipales vigilaban el Urumea en Martutene, aunque su nivel no superó los 2,7 metros.