Trascurridas apenas seis horas de su arresto en medio de una concentración solidaria que la Ertzaintza dispersó a golpes, el joven gasteiztarra Xabier Agirre quedó en libertad, al igual que Urko Arroyo, también detenido cuando participaba en el mismo acto.

El mismo Agirre se puso en contacto con GARA para relatar -todavía sorprendido- lo vivido en las últimas horas. Denunció la actitud de la Policía autonómica en el momento de la detención en la calle Olagibel. Según relató, cuando fue conducido al coche que iba a llevarle a Lakua un agente le dijo literalmente «¡Estate quieto o te meto una hostia que te mato!».

En el momento de acceder a la puerta trasera del vehículo, indicó que otro agente empezó a empujarle hacia el interior de forma violenta mientras le gritaba: «¡Otro vasco de mierda entra ahí de una puta vez, puto vasco de los cojones», y que llegó a gritar muy alto y con rabia «¡Viva España hijo de puta!».

Señaló que a su llegada a Lakua el trato fue «correcto». «Habéis montado este numerito para nada, porque la orden de búsqueda y captura ha sido revocada por el juez», les indicaron a ambos detenidos, según explicó el joven. Agirre se puso en contacto lo antes posible con su abogada de confianza para preguntarle sobre esta cuestión y la respuesta de la letrada fue que le parecía «simplemente imposible» que ocurriera algo así, viniendo de la Audiencia Nacional y tratándose de este caso. Explicó que su abogada estaba «totalmente convencida» de que si no era esa misma noche, por la mañana le trasladarían directamente a la prisión de Zaballa.

«Pero para su sorpresa me dejaron libre a las dos de la mañana, una vez aclarado que me llamarán a declarar como imputado en el Juzgado de Gasteiz, acusado de `desobediencia grave a la autoridad' y `desórdenes públicos'», comentó el joven. Agirre no ocultó su extrañeza por ambas acusaciones, ya que no dirigieron ninguna orden directa contra él antes de que comenzaran a cargar violentamente contra el centenar de personas que formaba el muro que lo amparaba. En lo que respecta a la acusación de «desorden público», señaló que es «un poco complejo llevar a cabo algo así para una persona encadenada con una actitud pasiva encima de una acera».

Distintas opciones

«En opinión de la abogada, puede ser una metedura de pata importante para los ertzainas dejar libre a un ciudadano que está bajo orden de búsqueda y captura después de haber pasado por comisaría. Y eso es, precisamente, lo que han hecho conmigo», añadió.

Agirre valoró que es posible que que su puesta en libertad fuera una forma de expresar su «enfado» ante la «tardía orden» de la Audiencia Nacional, con el objetivo de volver a arrestarlo más tarde cuando lo consideren oportuno.

«Tal vez simplemente no han recibido todavía ninguna orden de la Audiencia Nacional para detenerme y la noche del viernes no tenían a nadie en ese tribunal para aclarar este caso», especulando con la posibilidad de que «al no poder certificar mi verdadera situación, seguramente decidieron liberarme».

El joven considera que la medida puede deberse a que quizá no tengan prisa porque «saben que, como solo debo cumplir cuatro meses de prisión, no voy a ir a ningún lugar para evitar la detención».