El presidente sirio, Bashar al-Assad, insistió ayer en rechazar abandonar el poder antes del fin de su mandato en 2014, en una entrevista con la agencia argentina Telam y el diario «Clarín», y dejó entender que será candidato a su sucesión. «Dimitir sería huir. -subrayó el presidente sirio- Es el pueblo sirio el que determinará la cuestión de quién debe partir y quién debe quedarse en la elección presidencial de 2014».

También expresó su escepticismo sobre la cumbre prevista por Moscú y Washington para encontrar una solución al conflicto, acusando a Occidente y la oposición de tratar de desbaratar cualquier iniciativa de diálogo para poner fin a más dos años de conflicto.

Con todo, Assad valoró «el acercamiento americano-ruso», aunque evitó confirmar si la parte del Gobierno sirio participaría en el diálogo con la oposición en esta conferencia internacional. Los rebeldes «están formados por grupos y bandas diferentes. No docenas, sino cientos. Son una mezcolanza y cada grupo tiene su líder local. ¿Quién puede unir a miles de personas? No podemos discutir un calendario (de reuniones) con la otra parte si no sabemos quienes son», explicó Al Assad. La oposición reunida en la Coalición Nacional decidirá el 23 de mayo si acudirá a la cita.

Moscú y Washington preparan esta conferencia internacional, basada en al declaración de Ginebra firmada en junio de 2012, y que prevé el cese de las hostilidades y un gobierno de transición, aunque no recoge la partida de al Assad, principal punto de discordia que aleja a la oposición de esta iniciativa.

Washington ha moderado su discurso sobre esta condición y, tras el encuentro del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan con Barack Obama, Turquía, que rechazaba la conferencia, ha suavizado su posición.

Atentado en Damasco

Sobre el terreno, un atentado contra vehículos de las fuerzas armadas en Damasco dejó al menos tres muertos según la televisión estatal y hasta ocho según la oposición, entre ellos cuatro civiles. Además, el padre del viceministro de Asuntos Exteriores, Faisal Moqdad fue secuestrado por insurgentes en Deraa.