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Otro partido de infarto en El Sadar el próximo domingo

De rebote, a continuar sufriendo

Los rojillos decepcionaron no estando a la altura, ni en defensa ni en ataque, de lo que requería la importancia del encuentro. Un despeje de Marc Bertrán que golpeó en la cabeza de Armenteros ya puso el partido muy cuesta arriba y ante el Sevilla será una final.

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GRANADA 3 - OSASUNA 0

Natxo MATXIN

El Osasuna ciclotímico de los últimos tiempos volvió a defraudar a su afición en un encuentro en el que se habían puesto muchas esperanzas, pero en el que también careció de la personalidad necesaria y del arrojo que en otros momentos ha mostrado. Como viene siendo habitual en su más reciente trayectoria, la escuadra navarra se apunta al más difícil todavía en lo que será una auténtica final frente al Sevilla y deberá estar hoy muy atento a lo que suceda en los encuentros que disputarán Deportivo y Zaragoza.

Y eso que, como habían anticipado entre semana, los rojillos no lo hicieron mal en los primeros instantes del choque, conteniendo al rival. Sustituido el fútbol por los nervios, ambas escuadras ofrecieron en esos iniciales compases más miedos que riesgos, con mucho envío largo que siempre evita esa pérdida en medio campo desequilibrante en el marcador.

Pese a ello, el comienzo no estuvo exento de ritmo y mucha pelea, con especiel hincapié en finalizar las jugadas y no dar pie a la salida rápida del contrario. Así, El-Arabi estrenó el apartado de ocasiones con un remate de cabeza defectuoso, mientras Oier y Nino probaron desde fuera del área la capacidad de Roberto como guardameta.

Osasuna parecía encontrarse bien ubicado, pero no sin dejar entrever más de una imprecisión y con algún que otro hueco en su banda derecha, merced a que Armenteros no seguía la estela de Siqueira, muy activo en ataque, lo que dejaba a Marc Bertrán en clara inferioridad.

Por ese costado llegaría el gol del Granada con el que se estrenaba el electrónico, pero el aviso de los anfitriones lo puso Aranda, con una vertiginosa galopada superando a los dos centrales osasunistas tras preciso envío de Nolito, posterior quiebro a la salida a la desesperada de Andrés que, sin embargo, obligó al andaluz a escorarse demasiado, con lo que su remate se fue al exterior de la red.

Mal presagio y peor suerte a renglón seguido. Un despeje de Marc Bertrán impactó en la cabeza de Armenteros y dejó la pelota franca para que Siqueira ganase la línea de fondo, tuviese tiempo a mirar y diera una asistencia de gol a El-Arabi, que fusiló viniendo desde atrás.

La diana local golpeó fuerte en el mentón navarro, los de Mendilibar quedaron noqueados, aflorando su peor versión: fallos en combinaciones fáciles, mala conducción de balón, errores en la recepción de la pelota y, sobre todo, bastante descoordinación en las posiciones sobre el césped.

A la postre, ese 1-0 marcó de manera definitiva el rumbo del partido. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que Osasuna es un conjunto al que le cuesta mucho salir al ataque -siguió empleando el pelotazo- y qué decir de generar ocasiones de peligro. Únicamente una diagonal de De las Cuevas con posterior disparo errado fue el bagaje hasta el descanso.

Dada la trascendencia del envite, cabía la esperanza de que los de Mendilibar diesen un paso al frente tras la charla de vestuarios, pero eso no se produjo. Si que el equipo manejó más la pelota, pero siguió naufragando en un mar de indefiniciones, que le impidieron inquietar a un Roberto muy seguro en todas sus intervenciones.

Larguero y descontrol

Puestos a desear, el fútbol casi siempre depara un lance aislado con el que, aun sin merecerlo, igualar la contienda. Llegó de un latigazo de De las Cuevas buscando la escuadra que se encontró con la base del larguero. Fue un punto de inflexión en el que quién sabe qué hubiese ocurrido de haberse producido el empate. El problema es que ese punto álgido marcó la posterior caída rojilla.

A partir de ahí todo fue remar contra corriente para Osasuna. Lesión de Damià, penalti que comete su sustituto, Nano, que fue expulsado -no fue el gallego el máximo culpable de ese lance-, doble ventaja local y superioridad numérica. Demasiados obstáculos para un conjunto que se había mostrado muy plano.

La diana de Buonanotte, ya intrascendente una vez perdidos los tres puntos más el gol average particular, sí que certificó lo visto sobre el césped. Un cuadro, el Granada, convencido de sus posibilidades, y un Osasuna, dispuesto a continuar en el filo de la navaja.

Kike Sola: «Ni hemos estado a la altura, ni dado la talla. Ha sido un desorden total»

Kike Sola fue quien mejor definió la imagen que dejó la escuadra rojilla en el Nuevo Estadio de Los Cármenes: «Ha sido un desorden total, no hemos estado a la altura del partido ni dado la talla. Nos ha faltado chispa, garra, valentía... Lo único que se puede hacer es pedir disculpas a la afición e invitarle a que juntos echemos el resto contra el Sevilla porque ahora sí que es una final», sentenció.

El delantero ribero insistió en que «no hemos cogido este primer tren que ha pasado, pero tenemos otro el próximo domingo» y admitió que el primer gol granadino «nos ha hecho mucho daño, es cierto que viene de un rebote, pero tenemos que estar ahí para defender esa jugada. No hay por qué esconderlo, estamos fastidiados».

Aunque más sosegado y analítico, su técnico, José Luis Mendilibar, sí que reconoció que «nos cuesta mucho salir con el balón desde atrás y hacer cosas hacia arriba, aunque en el segundo tiempo hemos entrado mejor, pero con el 1-0 en contra sabes que en cualquier momento el rival te puede coger y así ha sido en la jugada del penalti».

«No les hemos forzado nada y, pese a ello, hemos acabado muy cansados por el esfuerzo terrible realizado, los medios han tenido que abarcar mucho campo. Creo, en cualquier caso, que sobre el césped no ha habido tanta diferencia como para que se diera el resultado final. Ellos casi han conseguido el objetivo y nosotros tendremos que esperar a ver qué ocurre mañana (por hoy)».

Lucas Alcaraz, preparador del Granada, fue cauto: «No doy por hecha la permanencia porque todavía pueden pasar muchas cosas». N.M.

A las 10.00, lamer heridas y levantar la cabeza

La plantilla regresa hoy al trabajo -Tajonar, 10.00- con la idea de recuperarse psicológicamente cuanto antes del varapalo sufrido en el Nuevo Estadio de Los Cármenes. Como es habitual, será una sesión de recuperación para los titulares y de mayor carga de trabajo para el resto. Aunque está por definir, lo más probable es que se guarde descanso mañana.

El juvenil inicia su singladura copera contra el Depor

No solo el primer equipo estará hoy muy pendiente de lo que haga el Depor, también los juveniles de ambos clubes se verán las caras -Tajonar, 11.30- en el encuentro de ida de los octavos de la Copa. Los de Mateo tendrán que mantener su portería a cero y sacar una buena renta para tener opciones en tierras gallegas, donde se jugará en siete días.

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