Villar López y María Sanz, mujer e hija de Miguel Sanz, se han dado de bajas como afiliadas de UPN ante lo que consideran «abandono del partido» hacia el expresidente navarro, según informó ayer «Diario de Noticias».

El enfado por lo que se considera escaso arrope ante las imputaciones judiciales llega hasta el propio Sanz, que, según el diario, habría hecho constar en privado su malestar con algunos de quienes han sido sus colaboradores.

En el origen del malestar de Sanz estarían las continuas referencias a la «herencia recibida» por parte de Yolanda Barcina para intentar justificar los recortes antisociales y que dirigentes de UPN no avalasen la versión que dio ante la juez María Paz Benito sobre las dietas opacas de la CAN, lo que ha supuesto un duro golpe a su estrategia de defensa.