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crónica | pleno de control de gasteiz

Lakua no prevé cambiar una ley «profundamente equivocada»

Han leído bien el titular. ¿Hay una ley en vigor que el Gobierno de Iñigo Urkullu considera «profundamente equivocada»? Sí. ¿Y pese a tener garantizada la mayoría de dos tercios del Parlamento para derogarla, no piensa hacerlo? Eso es lo que dijo ayer ante la Cámara. ¿Por qué no lo hará? Porque «este debate genera división».

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Iñaki IRIONDO

El parlamentario de EH Bildu Pello Urizar preguntó en la sesión quincenal de control al Gobierno «cuáles son las intenciones del lehendakari a la hora de fijar el calendario [laboral] de la CAV, respecto a la eliminación del carácter festivo del 25 de octubre».

Iñigo Urkullu prefirió delegar la respuesta en su consejero de Empleo, Juan María Aburto, quien desde un inicio dejó claro que el 25 de octubre, «Día del País Vasco-Euskadiko Eguna», es «una fiesta que divide», una «fiesta de carácter artificial», creada por un Parlamento que «en aquel momento no era fiel reflejo de la sociedad».

El consejero abundó en sus críticas añadiendo que «el 25 de octubre pudo tener un carácter festivo a efectos de calendario laboral, pero desde luego no ha sido nunca un día de celebración compartido por la mayoría de la sociedad vasca».

Aburto censuró que la festividad se articulara, además, «nada menos que mediante una ley, con las implicaciones que ello tiene». «La elección del 25 de octubre como fiesta del País Vasco vino a ahondar en la diferencia, en lo que nos separa», afirmó. Y aseguró que «nosotros no somos partidarios de la celebración del 25 de octubre», no solo por el incumplimiento del Estatuto de Autonomía, sino «porque nos recuerda una fecha también muy importante para este país, la abolición de los fueros del año 1839».

Con cierta solemnidad, el consejero del Ejecutivo de Urkullu declaró desde la tribuna que «no consideramos acertada esta ley. La consideramos profundamente equivocada. Así lo expuso el Partido Nacionalista Vasco durante su tramitación en el Parlamento y hoy en nombre del Gobierno Vasco lo reitero en esta Cámara».

Con lo escuchado, solo quedaba por fijar cuándo piensa este Gobierno derogar la ley 2/2010 que establece la mencionada festividad. Bastaría incluso con un proyecto de ley de artículo único que se aprobaría en un pispás con el apoyo de, al menos, 48 de los 75. Las dos terceras partes de la Cámara.

La respuesta del Gobierno fue clara: el programa legislativo que presentará el Ejecutivo para la legislatura no tiene entre sus prioridades derogar esta ley. Es más, Juan María Aburto informó de que en las próximas semanas el Gobierno va a aprobar el calendario laboral de 2014 «y en ese decreto, el 25 de octubre será fiesta nuevamente, porque no tenemos tiempo material en estos momentos para modificar esa ley. Pero por algo más importante, porque creemos que no es suficiente con derogar la ley». Según decisión gubernamental, «derogar esa ley creemos que llevaría solamente a evidenciar nuevamente la diferencia y el desacuerdo».

Reproches a EH Bildu

El Gobierno de Urkullu reprochó a EH Bildu haber llevado a la Cámara un debate que «tiene poco que ver con las preocupaciones de la ciudadanía. Este debate genera nuevamente división, traslada a la sociedad un mensaje de conflicto, da la impresión de que no le resolvemos los problemas, sino que se los creamos».

Pello Urizar no salía de su asombro al ver que un argumento que tantas veces han utilizado PSE y PP contra propuestas del PNV -«no interesan a la gente»- era ahora empleado por un Gobierno jeltzale en una materia tan sencilla como esta.

También sobrevoló la Cámara el cuestionamiento de las «obsesiones nacionalistas», tantas veces utilizado por el unionismo frente al PNV. Aburto echó en cara a Urizar «la trascendencia que han decidido dar a este asunto». Y remató diciendo que «para EH Bildu definir una fiesta en el calendario es un asunto vital. Algo que en 30 años no ha tenido ninguna importancia, como lo fue también vital en la legislatura anterior para otros partidos que optaron por seguir y desarrollar la misma línea que ustedes parecen querer seguir ahora».

Así que para no generar debates que dividen y no interesan a nadie, el Gobierno mantendrá una ley equivocada y una fiesta artificial. En opinión de EH Bildu, el PNV hace esto para «no incomodar» al PSE con el que quiere pactar.

El Ejecutivo de Urkullu preguntó a EH Bildu «cuál cree que es la fecha que merece ser celebrada por esta comunidad» y que puede lograr un consenso mayoritario. Pello Urizar no tenía ya turno de palabra, pero todo hace pensar que la cuestión no quedará sin respuesta.

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