Anoeta acoge el partido más atractivo desde que en 2003 la Real recibía al Atlético Madrid en la última jornada de Liga con opciones de lograr el título. La Real ganó 3-0, pero se tuvo que conformar con el subcampeonato porque el Madrid ganó al Athletic y se proclamó campeón.

Aquella temporada la Real también llegó a la penúltima jornada sin depender de los demás y la derrota de Vigo le dejó sin opciones porque el Madrid no falló. Tampoco cabe esperar que el Valencia falle y por eso los blanquiazules deberán ganar los dos últimos partidos para poder mantener la cuarta plaza.

La casualidad ha querido que este año la Real también se juegue su objetivo en las dos últimas jornadas contra un equipo madrileño y otro gallego. Son muchas las similitudes que presentan las dos mejores temporadas de la Real de los últimos 25 años. También tiene un entrenador normando en el banquillo que ha apostado por un juego muy espectacular en ataque, pero a la vez serio en defensa.

Hasta los resultados son similares con victoria con remontada en Anoeta ante el Barcelona, triunfos en Sevilla, Málaga y el Calderón... Aquel año también la Real ganó en Anoeta por 4-2 al Madrid y deberá repetirse la historia para mantener la cuarta posición. Sería una sorpresa que a la misma hora no gane al Valencia. Solo si el Madrid vence se puede esperar un arreglo y un reparto de puntos en Mestalla.

Los efectos de una semana rara

Para ganar, la Real necesita digerir bien una semana en la que en Donostia se ha hablado demasiado de Montanier, que dirigirá su último partido en Anoeta, y de su sustitución. Aún menos, nada, se ha hablado en Madrid del partido porque solo interesa el futuro tras la confirmación del adiós de Mourinho.

Esta noche se podrá comprobar cómo afecta en los dos equipos y en la afición realista todo lo que ha rodeado a sus equipos tras la confirmación oficial de la marcha de los entrenadores. En la Real cabe esperar que todos los esfuerzos realizados para concentrar a los jugadores únicamente en el objetivo den sus frutos y será necesario también que en el Madrid los futbolistas que actúen esta noche no salgan especialmente motivados para demostrar a Ancelloti o al que sea que puede contar con ellos la próxima temporada.

Al margen de la motivación y de la concentración de los dos equipos, la clave estará en el gran ambiente de las gradas. Anoeta presentará una gran entrada y, si el equipo y su afición están como ante el Barcelona, será difícil que los tres puntos no se queden en casa y no se defienda el cuarto puesto.