Si el anuncio de huelga de la ABP hubiera llegado hasta el final, más de un jugador estaría en un brete serio. Por ejemplo, ¿Alex Mumbrú, vicepresidente de la ABP, se hubiera vestido de corto, saltándose el llamado a la huelga de su sindicato, o hubiera dejado tirado a su equipo en el que puede ser el último partido de la temporada 2012/13? Otro tanto de jugadores como Navarro o Rabaseda, que en su día apoyaron públicamente las protestas de José Luis Llorente y compañía, solicitando la revisión del convenio colectivo con la ACB, firmado en 1993 y prorrogado desde 1997. Nadie hubiera quedado satisfecho, así que, dentro del bochornoso espectáculo ofrecido por la Liga y el sindicato de jugadores, primó el sentido común.

Uxue Bilbao Basket podrá contar con su capitán y además recupera a Kostas Vasileiadis, que espera que «podamos continuar con este sueño» y recuerda que su equipo ya ha sido más veces «capaz de ganar a equipos grandes tanto en Miribilla como fuera». Sin embargo, el 88-62 del primer encuentro demuestra la diferencia entre dos planteles, uno que pelea por el título y otro al que urgen las vacaciones a la voz de ya.

Un año complejo

Este extraño arte de birli birloque parece el modo más anticlimático y a la vez ideal de cerrar la campaña de Uxue Bilbao Basket -ojalá pueda forzar el desempate, pero sus debilidades físicas lo tienen lastradísimo ante un rival superior en ese aspecto-. Si el público pudiera ver un buen espectáculo...

Ya en el primer partido, los recursos del Barça machacaron a los hombres de negro, con jugadores como Mavrokefalidis, Rabaseda o Huertas destacados. Pero queda la esperanza.