Encarcelan tras un análisis siquiátrico a una mujer que mató a su madre en Muxika
GARA | BILBO
Una mujer que estaba en tratamiento por depresión, de 56 años, ha ingresado en prisión tras pasar por el área de Psiquiatría del Hospital de Galdakao. En la noche del viernes acabó con la vida de su madre, de 83 años, a hachazos en Muxika.
Según informó a Efe un vecino de esta localidad que conocía a la familia, la presunta matricida estaba en tratamiento por depresión, tras haber sufrido en los últimos años varias desgracias familiares encadenadas.
El crimen causó una gran conmoción en este municipio vizcaíno de 1.550 habitantes, donde la familia había residido siempre en el caserío Solai, localizado junto a la ermita de San Román.
La madre tenía movilidad reducida y se desplazaba con ayuda de un taca-taca en el exterior de su casa, donde vivía junto a su hija.
Aunque esta familia era muy conocida en el municipio, ni la madre ni su hija hacían apenas en los últimos años vida social con el resto de los residentes, según indicaron los vecinos.
Durante la mañana, allegados de la víctima acudieron al caserío familiar y se mostraron muy afectados por la muerte. «En el pueblo, todos estamos muy asustados, porque nadie podía imaginar que podría ocurrir algo así. Sabíamos que la mujer acudía al médico y que recibía tratamiento por depresión, pero nunca pudimos pensar que podría llegar a hacer algo así», explicó un vecino.
Ella misma avisó
Hacia las 21.40 de la noche del viernes, la mujer de 56 años llamó al teléfono de emergencias 112 para informar de que había matado a su madre con un hacha.
Patrullas de la Ertzaintza y una ambulancia medicalizada se desplazaron al lugar y localizaron a la víctima todavía con vida. La madre fue atendida por los sanitarios, pero poco después falleció debido a la gravedad de sus lesiones.
La presunta homicida fue detenida por los agentes en el lugar de los hechos, mientras el cadáver fue conducido al servicio de patología forense de Bilbao para la realización de la correspondiente autopsia. Por la tarde fue encarcelada en Langraiz.
El Ayuntamiento de Muxika, tras contactar con la familia, ha pedido que se respete su dolor y ha decidido no organizar ningún acto de repulsa.