El líder de Hizbullah, Hassan Nasrala, prometió ayer a sus partidarios la victoria en la guerra de Siria, donde sus militantes combaten al lado del Ejército del presidente Bashar al-Assad.

«Digo a la gente honorable, a los muyahidin, a los héroes: como siempre les he prometido la victoria, les prometo una nueva», declaró durante una ceremonia para celebrar el decimotercer aniversario de la retirada israelí de Líbano.

Su discurso fue retransmitido en una pantalla gigante porque no se muestra en público por motivos de seguridad.

«Siria es la retaguardia de la resistencia, el apoyo de la resistencia. La resistencia no puede quedarse de brazos cruzados cuando su retaguardia está expuesta y cuando su apoyo se quiebra. Si no actuamos, somos idiotas», subrayó.

«Lo que suceda en Siria será importante para el Líbano, nuestro presente y nuestro futuro», advirtió. En ese sentido, consideró que la desaparición del Gobierno de Al-Assad supondría también «el fin de la resistencia en Palestina» y en otros países de la región, así como «la destrucción de Siria».

«Han lanzado una guerra contra Siria. Todos intervienen en ella, pero la comunidad internacional solo acusa a Hizbullah por su implicación en el conflicto» denunció. Sobre el papel de la oposición, destacó que si bien «una parte desea el diálogo, hay otra que no, ya que trabaja para la inteligencia estadounidense e israelí».

Nasrala también se alertó sobre el peligro que representan los grupos de corte yihadista. «La ascensión de estos grupos radicales constituye una amenaza no solo para los chiíes sino para todos los libaneses, cristianos o musulmanes», incidió en su intervención.

Ofensiva contra Hizbullah

La oposición siria anunció ayer la muerte de unos 45 milicianos de Hizbullah Al Quseir, que se encuentra en la carretera que une Homs al litoral sirio, cerca de la frontera libanesa. Es considerada una ciudad estratégica, ya que pueden llegar armas y combatientes para los rebeldes desde Líbano. Para las fuerzas de Al-Assad también es estratégica, ya que está entre Damasco y el Mediterráneo, en plena zona alauí, la cual constituye un bastión del régimen.

Un oficial del Ejército sirio indicó a AFP que «los hombres armados están rodeados por todas partes, ya no tienen escapatoria como antes».

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con base en Londres, denunció que la ciudad sufrió ayer «los más intensos bombardeos» desde el inicio de la ofensiva hace una semana y que el Ejército «está usando misiles tierra-tierra».

El activista Emar al Quseir, portavoz en la zona de la red Sham, dijo a Efe que los bombardeos fueron «los más violentos» desde el domingo y que aviones no tripulados de Hizbullah sobrevolaban la ciudad.