Muy dividida, huérfana de Nicolas Sarkozy, que se encuentra cercado por varios escándalos, y aguijoneada por la extrema derecha, la oposición francesa de derecha celebra este fin de semana elecciones primarias en París para designar a su candidato a la Alcaldía de la capital gala en 2014 en una atmósfera envenenada.

Más de un año después de la derrota de Sarkozy frente a François Hollande, del Partido Socialista, su formación, la Unión para un movimiento popular (UMP), sigue buscando un líder y una línea política, lo que revela su incapacidad para sacar provecho de la impopularidad récord del equipo en el poder.

El expresidente, de 58 años, mantiene el suspense sobre su posible regreso, mientras su nombre es citado más en relación a causas judiciales.

Su ex primer ministro François Fillon, de 59 años, anunció que será candidato a la Presidencia en 2017, a través de las primarias de 2016, «pase lo que pase». Frente a él, el presidente de la UMP, Jean-Francois Copé, de 49 años, se anuncia como su principal rival ve en defensa de una «derecha sin complejos».

El enfrentamiento entre ambos políticos a finales de 2012 en la carrera a la presidencia de la UMP, en unas elecciones internas manchadas por el fraude, casi provocó el colapso del primer partido de la oposición.

Después, Fillon acordó dejar provisionalmente la presidencia del partido a Copé. «Es Yalta, pero no sé quién será Roosevelt y quién Stalin», bromeó el diputado Claude Goasguen.

La UMP, constituida en 2002 para unir a todas las familias de la derecha francesa (centristas proeuropeos, liberales, gaullistas favorables al Estado...), pero para algunos sin una orientación estratégica clara respecto a la extrema derecha.

De cara a los comicios municipales de 2014, el partido excluye cualquier alianza electoral con el Frente Nacional. Esto no impidió que un militante UMP rompiera la consigna en el norte del Estado francés, lo que le valió la suspensión. La UMP, no obstante, ha desfilado con los líderes de la extrema derecha contra la ley que permite el matrimonio gay. Una reforma social que ha radicalizado a un sector del partido.

Los electores a la Alcaldía de París, sean o no militantes de la UMP, elegirán entra la exministra Nathalie Kosciusko-Morizet , la favorita a priori y contra la que ha llamado a votar el Frente Nacional por su abstención durante la votación de la ley sobre el matrimonio gay; el alcalde de distrito Jean-François Legaret; el concejal de París Pierre-Yves Bournazel y el electo regional Franck Margain, punta de lanza contra el matrimonio gay.