El juicio histórico que intentará esclarecer si el Estado italiano emprendió una negociación con la mafia siciliana (Cosa Nostra) para detener la oleada de violencia que conmocionó al país en la década de los 90, se reanudó ayer en el Tribunal de Palermo, después del aplazamiento decretado el lunes.

Se trata de un proceso histórico que sienta en el banquillo a miembros del Gobierno, como el ex ministro de Interior y expresidente del Senado Nicola Mancino y el exsenador Marcelo dell'Utri, brazo derecho de Silvio Berlusconi, y de las fuerzas del orden junto con los jefes mafiosos que aterrorizaron a Italia en aquellos años, entre ellos Salvatore Totó Riina.

Los fiscales sostienen que los atentados cesaron en 1994 tras un acuerdo mediado por Dell'Utri.