ANÁLISIS | LOS PLANES DE FUTURO DE LA REAL SOCIEDAD
Los pocos cambios en la plantilla, pendientes de designar al técnico
La Real está inmersa desde hace meses en la planificación de la próxima temporada con la prioridad de cerrar la elección del entrenador que sustituirá a Montanier. Hasta que no se concrete, salvo que se alargue mucho el proceso, no llegarán unos fichajes que implicarían salidas.
Joseba ITURRIA
Para la Real la decisión de Montanier de irse al Rennes es un problema y una lección para todos. Hubo que pagar 500.000 euros para ficharlo al Valenciennes cuando era una apuesta arriesgada y ahora se va gratis cuando hasta sus detractores admiten la conveniencia de su continuidad.
La Real sí debía haberle ofrecido antes un contrato de tres años con una cláusula, como la que firmó Lasarte, por la que pudiera rescindirlo previo pago de una cantidad, en ese caso fueron 50.000 euros, al término de cada temporada. Pero ¿habría aceptado esa oferta Montanier y rechazado la del Rennes? ¿Qué habrían dicho sus detractores si en enero se firma un contrato hasta 2016? En un anuncio oficial no pueden aparecer las cláusulas de rescisión de los contratos con la indemnización que corresponde cuando son destituidos los técnicos.
A Montanier no le gustó que la oferta inicial de la Real fuera de un año. Lo entendió como una falta de confianza, a pesar de que se le proponía cobrar un 50% más de lo que ha recibido este año y de que hasta en los peores momentos Aperribay se la ha trasmitido. Antes de jugar en Málaga le dijo que no lo iba a destituir pasara lo que pasara.
El presidente intentó explicarle en sus conversaciones para tratar la renovación que en ningún momento se debía a una falta de confianza, sino a un deseo de reunirse año a año para analizar cada temporada y renovar la relación con más fuerza, no porque hubiera un contrato firmado. Además le recordó que el Consejo debe convocar este año elecciones y, aunque lo más normal es que se presente a la reelección y no haya alternativa, podría ser mal entendido firmar un contrato de más duración. En cualquier caso, siempre la Real se mostró abierta a firmar un contrato de más duración y animó a Montanier a presentar una propuesta que habría sido aceptada siempre que la cantidad a abonar en caso de rescisión fuera razonable. Algo que su agente vino a descartar en la única reunión que mantuvo con el club.
Junto al dinero o la duración del contrato ha primado el deseo de Montanier de volver a entrenar en la Liga francesa en un proyecto que le ha motivado. Su trayectoria profesional se ha basado en buscar clubes en los que ve un gran margen de progresión y, cuando ha llegado a cotas muy difíciles de superar, los ha abandonado. Pasó en Boulogne sur Mer tras llevarlo a Primera con tres ascensos, en Valenciennes tras lograr su mejor clasificación de su historia y se ha repetido algo parecido en la Real.
Además ha influido el maltrato al que ha sido sometido por la prensa y un sector de la afición, algo destacado en los medios franceses que han adelantado su marcha al Rennes. Pero muchas veces buscamos razones y ni el interesado las conoce. Es como si a Montanier le pretenden dos mujeres y se queda con una de ellas. Puede dar muchas razones, pero simplemente ha tenido dos pretendientas y ha elegido a la que ha querido.
El problema para la Real es buscar un entrenador como Montanier cuando en menos de un mes empieza la pretemporada y la previa de la Champions obliga a acelerar la preparación. Dos de los técnicos que baraja la Real, Gerardo Tata Martino y Julen Lopetegi, están en plena competición. El Newell's Old Boys del argentino disputará el 3 y 10 de julio las semifinales de la Copa Libertadores y, si las supera, el 14 y el 24 la final. La selección española sub'21 del de Asteasu juega el Europeo sub`21, con Illarra e Iñigo Martínez, desde hoy al 18 de junio. Ninguna de las dos opciones están descartadas y tampoco son las únicas que se trabajan, pero, sobre todo en el caso del argentino, del que se tienen muy buenas referencias, es un problema que no pueda empezar a trabajar en Zubieta hasta el mes de julio.
El nuevo técnico debe adaptarse a un traje ya confeccionado. La Real busca un entrenador que dé continuidad al estilo de juego y a la metodología de trabajo. Además debe asumir que la plantilla será muy similar a la actual. La Real tiene 22 jugadores con contrato en vigor con su primer equipo. Todos los integrantes de la plantilla actual, menos José Ángel, cuya cesión acaba el día 30, y Joseba Llorente, al que le queda una de las cuatro temporadas firmadas en 2010. También tiene contrato Javi Ros al ejecutar el club la opción de ampliar su relación.
Es difícil que el entrenador cuente con Llorente y encontrarle una salida por su alta ficha y el rendimiento dado en las dos últimas temporadas tras su grave lesión. Lo más normal es que la Real intente rescindir el contrato y fiche un delantero.
Para que haya fichajes deberá haber salidas porque la intención de la Real es mantener las 22 fichas del primer equipo. El Consejo no va a negociar la marcha de ningún jugador importante. El Arsenal no ha mostrado un interés por repescar a Vela y todos los jugadores que pueden recibir ofertas, en principio, quieren jugar con la Real en la Champions. Las escasas salidas serían de jugadores que han contado menos y no entren en los planes del nuevo técnico. Salvo que su elección se demore demasiado, y a pesar de que se han trabajado posibles incorporaciones, no se cerrará ningún fichaje hasta confirmar el del entrenador. Con su opinión y la de la dirección deportiva se concretarán las llegadas y se abrirá la puerta a algunos jugadores.
No se espera que el nombre del nuevo entrenador se conozca rápido porque son varios los frentes abiertos y no es fácil encontrar uno bueno que se adapte a lo que se busca y a los parámetros económicos del club. Tampoco está preocupado el Consejo porque hay mucha confianza en Jagoba Arrasate, ayudante de Montanier esta temporada. Nadie como él conoce la plantilla y el trabajo desarrollado para dar continuidad a las claves del éxito. El problema es su inexperiencia en el fútbol profesional y el riesgo de quemar a un técnico con el que se cuenta para el futuro y al que en un principio se quería dar la opción de entrenar al Sanse.
Lo mejor para la Real es que Jagoba Arrasate sea el entrenador del primer equipo, que todos apoyen esta decisión y que los resultados la respalden. Siempre es mejor, como con los jugadores, que el técnico suba desde la cantera por su conocimiento del club y del entorno, por su identificación con él, por ser una apuesta de futuro y por su menor riesgo económico. Lo mejor es que el dinero de la Champions y el que habría que destinar en fichar al Tata Martino y sus ayudantes o a otro entrenador se invierta en renovar este verano a Agirretxe y en fichar a un par de jugadores para fortalecer la plantilla actual.