El nuevo entrenador de la Real atendió a todos los medios que lo reclamaron durante toda la jornada de ayer y hoy comenzará sus vacaciones antes de centrarse en un nuevo reto que afronta con orgullo.

¿Qué destaca de sus primeros días como entrenador de la Real?

El ajetreo de llamadas, de mensajes del entorno, el querer empezar a planificar con reuniones con Loren... Me he dado cuenta de que en tres días se pueden hacer muchas cosas. Y me ha sorprendido el cariño de la gente. Ver a la gente feliz es una de las cosas que más valoro de esta profesión, en mi entorno, mis amigos, están felices y me ha gustado y me ha sorprendido.

¿Ha visto que cualquier cosa puede suponer una polémica como la foto con la camiseta del Athletic?

Cuando empiezo en el Berriatuko como entrenador-jugador, al ser club convenido del Athletic, nos facilitaban camisetas para que los jugadores entrenáramos con ellas. Es la foto de un entrenamiento cuando era entrenador y jugador del Berriatuko. Entiendo que hay gente que esté a eso, pero ya expliqué que no soy sospechoso en ese sentido.

¿Un entrenador debe mantenerse al margen de lo que le rodea?

La prensa la he leído mucho y últimamente miro alineaciones y resultados más que las opiniones. Bastante tenemos con lo que tenemos como para fijarnos en otras cosas. Todo el mundo te dice lo que sale publicado, pero hay que hacerle caso en su justa medida. Hay que relativizar.

¿Qué supone que en los últimos 25 años a ningún técnico de la casa se le haya dado la oportunidad de debutar con el primer equipo de la Real en un inicio de Liga?

Sobre todo muchísimo orgullo porque soy de la Real, alegría y a la vez responsabilidad. Es un club de cantera, hay un montón de jugadores de la casa y no sé por qué la tendencia a traer entrenadores de fuera. Me siento un privilegiado por tener esta oportunidad. Muchos de los mensajes que me han llegado son de entrenadores de la base, del fútbol guipuzcoano, que se sienten reflejados en esta decisión. Por eso es un orgullo que un entrenador de la casa que ha pasado por el fútbol modesto de Gipuzkoa y la cantera de la Real tenga esta oportunidad.

¿Qué piensa cuando se habla de falta de experiencia y de que es un riesgo para usted?

Si se cuentan las horas que he dedicado al fútbol desde que empiezo a jugar a hasta ahora y la que he tenido este año, tengo una experiencia y la he aprovechado desde el primer día y me ha servido para mucho. Y nunca lo tomo como un riesgo, sino como una responsabilidad que asumo con naturalidad. Si el tema sale bien, perfecto y, si sale mal, no se podrá achacar a que es una decisión arriesgada, aunque riesgo tienen todas las cosas en la vida.

¿Cómo consigue un entrenador que se hable tanto bien de él?

No es fácil, pero no sé como. Lo que intento es aportar lo máximo y sé donde me tengo que meter y hasta donde. Pero todo lo bueno que dice la gente va a durar hasta agosto. A partir de ahí, todo es más fácil de medir cuando empiece la competición.

¿Sus virtudes son su capacidad de leer el fútbol, su capacidad de trabajo y su don de gentes?

Es importante tener esa capacidad de trabajo, de analizar las cosas y tener claro que siempre hay algo que puedes mejorar. También es muy importante la lectura del juego, esa capacidad de ver lo que pasa y lo que puede pasar. En lo de la gestión de grupo y de que la gente hable bien me ha ayudado ser profesor. En la escuela es lo mismo. Sacas el máximo rendimiento de cada alumno y aquí de cada jugador. En ambos ámbitos sabes que cada uno es diferente, que algo vale para uno y no para otro y saber cuando debes apretar y cuando dar una palmada en la espalda es importante. Me ha gustado entrenar a chavales desde muy pequeño y sacarles rendimiento y enseñarles lo que sé. Es algo vocacional y hasta el año pasado he compaginado ser entrenador y profesor.

¿Cual es la idea de trabajo?

Empezamos el 3 de julio, tenemos claro que la planificación es muy importante al ser una temporada diferente al jugar tres competiciones. Y tenemos que estar bien enseguida porque hay cinco partidos en agosto muy importantes.

¿La previa de la Champions puede condicionar mucho?

Hay muchísima ilusión puesta en esta eliminatoria y hay que llegar bien a agosto y competir. Enfrente habrá un rival duro y si estamos bien tendremos opciones de pasar. Entiendo que a la gente le puede marcar, pero no nos podemos volver locos. Pase lo que pase, todavía será agosto.

¿Es una ventaja la continuidad del bloque para ese inicio?

Tengo la ventaja de que vamos a ganar tiempo porque conozco muy bien a la plantilla y ellos me conocen. A lo que se ha hecho bien hay que darle continuidad, aunque uno tiene sus ideas e intentaremos aplicarlas.

¿Dónde ve margen de mejora?

Siempre se puede mejorar, es un equipo joven. Parece que el cuarto puesto no se puede mejorar, pero confirmar lo que hemos hecho sería un paso adelante. El equipo puede ser más completo. Me gusta que sea alegre y valiente y lleve la iniciativa, pero soy meticuloso y quiero que tenga equilibrio, que esté junto... Quiero que el equipo se consolide en las posiciones altas y confirme todo lo bueno. Este año hemos tenido muchísimas alegrías y quiero que la gente venga a Anoeta y disfrute igual.

¿Qué puede decir de Jagoba Arrasate como persona?

Me considero una persona tranquila a la que le apasiona el fútbol, cercana con la gente de confianza, que valora la familia y los amigos y que, dentro de esa pasión por el fútbol, sabe relativizar las cosas y distinguir que fuera de Zubieta hay vida.

Vivo en Itziar porque mi mujer es de allí, pero voy a Berriatu a estar con los amigos y me gusta mucho jugar con mi hija Xuhare, de año y medio, pasear con mi mujer y hablar de otras cosas que no sean fútbol. Tanto Itziar como Berriatu son dos pueblos con personalidad, tranquilos, y desde que salió este tema el viernes en Itziar he podido seguir con toda normalidad. Antes ya era conocido, ahora también y la gente te felicita y anima, pero no cambia mi vida.