GARA > Idatzia > Euskal Herria

La crisis altera la valoración social de los derechos de los migrantes

El último barómetro del Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegiak, constata que la percepción y actitudes de la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hacia las personas migrantes «es menos tolerante y más restrictiva» en el acceso a la sanidad, educación y asistencia jurídica a consecuencia de la crisis económica. Uno de los aspectos que genera mayores recelos, según los datos correspondientes a 2012, es el mantenimiento del Estado del Bienestar.

Agustín GOIKOETXEA |

El trabajo sociológico anual reafirma la idea de sus promotores, Lakua y UPV-EHU, de que la visión «instrumental y positiva» de la inmigración, muy asociada a los beneficios en el plano económico y laboral, está perdiendo fuerza. Gorka Moreno, director de Ikuspegiak, apuntó que en la sociedad conviven una mayoría ambivalente que sigue encontrando aspectos «abiertos y tolerantes» (40,8%), a los que hay que añadir un 38,6% que saluda sin ambages ese fenómeno, con un sector que es reacio a su presencia (20,6%).

Lo cierto es que el índice de tolerancia es el más bajo desde que el Observatorio comenzó a efectuar esta encuesta, en 2007. A pesar de esa tendencia, Moreno trató de restarle dramatismo. «El índice de tolerancia y las actitudes hacia la inmigración, en general, aparecen muy vinculadas a la coyuntura económica del momento. En época de bonanza económica -argumentó- son más favorables y en periodos de recesión más negativas».

Con todo, la mayoría de los encuestados sigue sin sentir la inmigración como «un problema personal de gran importancia», al situarse en el 4,6% frente al paro (53,5%), el encarecimiento del coste de la vida (12,7%) y las pensiones (9,1%). Para el director de Política Familiar y Desarrollo Comunitario, José Luis Madrazo, ese dato resulta positivo, ya que la ciudadanía no cae en la tentación de buscar chivos expiatorios en determinados sectores sociales en plena crisis. Moreno apostilló que la clase política ha jugado un papel importancia en no alimentar sentimientos xenófobos.

El estudio de Ikuspegiak concluye que la inmigración no es considerado como un problema por la sociedad vasca, aunque se han incrementado recelos. Así, por ejemplo, se constata un importante descenso de opiniones favorables respecto a encuesta anteriores, especialmente en lo tocante a la asistencia sanitaria, jurídica y educación. Mientras que en 2011 más del 70% opinaba que todas las personas extranjeras deberían tener acceso a esos derechos, un año después ese porcentaje ha descendido al 57,5% para la asistencia sanitaria, al 52,8% para la educación y al 26% en el caso de la asistencia jurídica.

La visión funcional y utilitarista de la inmigración con respecto al mercado laboral, según la encuesta, se ha erosionado sensiblemente con el impacto de la crisis. Mientras en 2004 un 80% creía que se necesitaba población migrante para trabajar en algunos sectores, el porcentaje el año pasado fue de un 36,6%. Hay un 41,2% que cree que no son necesarios en el mercado de trabajo frente al 11% de ocho años atrás.

En opinión de los encuestados, para la ciudadanía es mejor que todas las personas que la conforman compartan las misma costumbres y tradiciones. Gorka Moreno incidió en que «dentro de la sociedad vasca prevalece una visión asimilacionista de la integración». En los últimos dos años, esa posición ha ido tomando fuerza, de modo que un 54,6% cree que es la mejor fórmula para la cohesión.

A su vez, el responsable autonómico de Familia y Política Comunitaria recalcó que «establecer políticas de inclusión que nos ayuden a construir una sociedad cohesionada en la diversidad desde la igualdad de derechos y responsabilidades es un reto para todas las instituciones, y en particular, para el actual Gobierno Vasco».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo