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El nuevo técnico rojiblanco asume que «el margen de confianza son los resultados»

Valverde, ante su gran desafío

Considera un reto sustituir a Bielsa, reconstruir el equipo, luchar por objetivos diferentes a la Champions e incluso estrenar el estadio.

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Joseba VIVANCO

«Disfrutar en un campo es superar retos, situaciones adversas, no hacer caños». La aleccionadora sentencia es de Ernesto Valverde, tiempo atrás, pero encierra la razón última que le ha llevado a dar el sí a su segunda andadura en el banquillo del Athletic, para las dos próximas campañas. «Segundas partes no suelen ser buenas, salvo la de ``El Padrino''», se refirió a su vuelta con humor, pero «el que parezca que sea más difícil supone más un desafío que otra cosa».

Un desafío pasar de luchar por la Champions con el Valencia a dirigir un equipo que ha flirteado con el descenso -«si analizas la temporada, ves en qué posición has quedado y cada uno está donde le corresponde», dijo-, un desafío «sustituir a un entrenador con el carisma especial como Bielsa», un desafío guiar a un vestuario que ha perdido a tres pesos pesados en dos años. «He puesto todo en la balanza y he visto que ese punto de dificultad es un desafío», sintetizó.

Expectación máxima en el palacete de Ibaigane, el nuevo inquilino del banquillo del futuro San Mamés -otro estímulo como él mismo reconoció- parece sentirse más a gusto detrás de esas cámaras fotográficas que son su segunda pasión, aunque no tiene problema alguno en lidiar delante de las preguntas de los periodistas.

Semblante imperturbable, taciturno, prudente y reflexivo en cada respuesta, muy medidas al referirse a Bielsa, no parece que Valverde se gane a la grada con la palabra ni guiños cara a la galería, aunque aterrice con el aval del buen recuerdo de su primera experiencia rojiblanca. «El margen de confianza son los resultados», asumió, seguramente el argumento de menor peso en la no renovación de su antecesor en el cargo. Eso sí, intentará ganar el primer partido en el nuevo estadio, «aunque siempre lo pierdo, lo siento», tuvo ahí un segundo desliz jocoso.

El técnico de Viandar de Vera sabe dónde se mete, sabe dónde viene y sabe lo que se espera de él. Se lo dijo su mejor avalista y presidente del club, Josu Urrutia, quien confió en que Valverde «mantenga la ilusión», esa que «luego habrá que concretar». El nuevo entrenador asumió que el paso dado «supone una responsabilidad muy grande», máxime tras reconocer que «cuando me fui, consideré que era muy difícil volver y no pensaba tampoco que ahora se podría dar». Valverde se refería a las negociaciones que han convergido en su contratación, sobre la que Josu Urrutia insistió en que se ha fraguado tras la no renovación de Marcelo Bielsa, cuya partida parece que se retrasará hasta finales de la próxima semana.

El martes dijo que sí a Urrutia

El máximo mandatario rojiblanco esbozó unas negociaciones que, según defendió, culminaron este martes con el sí de Valverde y la comunicación del mismo a su Junta el jueves -con el anuncio de por medio el martes por EiTB de su presentación este viernes-. El propio técnico negó de manera indirecta que su fichaje estuviera atado desde hace meses, pues reveló que su renovación con el Valencia estuvo muy cercana, pero que quedó en nada tras la dimisión del presidente ché Manuel Llorente en abril pasado.

Lo cierto es que si Valverde era desde hace tiempo la elección de Josu Urrutia y su directiva para la nueva campaña, si lo ató entonces o ahora, queda para la hemeroteca. «Era la mejor opción para el Athletic ahora mismo», sintetizó el de Lekeitio las razones para traer al Txingurri; «lo más beneficioso para el club en este momento», fue, curiosamente, la justificación de Valverde hace ocho años cuando se fue. Esta vez, el técnico pidió tiempo para pensarlo, el presidente aseguró que también se tomó el suyo para hacer lo propio y ese stand by confluyó en lo que era un secreto a voces. «Espero que miremos todo hacia adelante», flirteó Valverde con la masa social rojiblanca y de paso echó un capote a sus nuevos `jefes'.

«Me siento un tipo bastante afortunado», confesó el flamante técnico del Athletic. Hace diez años prometió ilusión. Hoy, esa misma afición, esperanzada tras dos años con Bielsa, quiere seguir soñando.

«Hay que rehacer el equipo» con algún fichaje

Habrá alguna incorporación, avanzó Ernesto Valverde ayer, además de que «hay gente de abajo a la que se tiene que tener en cuenta», y es que tras la marcha de Javi Martínez, Llorente y Amorebieta, hay que «rehacer en cierta medida el equipo». Vamos, que habrá refuerzos. Un plantel que para el técnico tiene «potencial para hacer cosas», pero sin prometer nada. «Mirar hacia arriba, estar en esas posiciones, pero primero tengo que hablar con el equipo y tenerlo más claro. Hay que esperar», se limitó a contestar. Sí confirmó que su apuesta es la de ser un «equipo agresivo y que se imponga al rival», con intensidad tanto en ataque como en defensa. Reconoció que el legado de Bielsa «tiene algunas cosas a mantener y otras a corregir», porque todo entrenador quiere imprimir su propio estilo. J.V.

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