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Rajoy evita hablar sobre Bárcenas pero dice que no teme posibles revelaciones

Mutismo absoluto tanto en el PP como en el Gobierno español tras el encarcelamiento de Luis Bárcenas. Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal se aferran al «respeto por la Justicia». El presidente no se ve amenazado y confía en la estabilidad en Moncloa y Génova.

Alberto PRADILLA | MADRID

Ni el presidente español, Mariano Rajoy, ni su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, entraron a valorar el ingreso en prisión de Luis Bárcenas, extesorero de su partido y uno de los principales acusados por la trama de financiación ilegal del PP. Casi de forma simultánea, desde Bruselas, donde el jefe del Ejecutivo participaba en el Consejo Europeo, y Madrid, que acogió el habitual consejo de ministros, ambos se refugiaron en el «respeto a las decisiones de la Justicia». Al contrario que en las últimas semanas, en las que el vicesecretario de Organización de Génova llegó a hablar de «causa general contra el PP», la entrada en prisión de Bárcenas ha provocado el silencio absoluto entre los miembros del PP y del Gobierno.

La única pregunta a la que respondió Rajoy fue la que le interrogó sobre si estaba preocupado por las posibles revelaciones de Bárcenas. «No, ni ahora ni en ningún otro momento eso se ha producido», afirmó, esforzándose en exhibir gesto de fastidio ante cada nueva cuestión acerca de su extesorero. El jefe del Ejecutivo tampoco cree que el encarcelamiento del extesorero de su partido ponga en cuestión la estabilidad de Moncloa o de Génova. Para todo lo demás, evasivas. «No voy a entrar más en ese tema» o «ya he dicho todo lo que tenía que decir» fueron algunos de los recortes. De hecho, cuando una informadora le preguntó si conside- raba una «buena noticia» que Bárcenas estuviese en prisión, Rajoy apenas acertó a contestar «la segunda, ya... tal».

El «respeto a las decisiones judiciales» fue el mensaje lanzado el jueves en el comunicado de apenas 17 palabras emitido por Génova. Y a él se aferraron ayer todos los altos cargos del Gobierno español y el PP. Lo hizo Soraya Sáenz de Santamaría, que esquivó las preguntas dando la palabra a los periodistas económicos. También María Dolores de Cospedal. La única que se saltó el guión fue una dirigente de segunda fila; Matilde Asian, portavoz adjunta en el Congreso español, sacó pecho del encarcelamiento y lo vinculó a una decisión adoptada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

Como en otras ocasiones, el silencio en público evidencia el nerviosismo de Génova. Ayer, medios como “Eldiario.es” hablaban sobre posibles mecanismos que Bárcenas podría activar para implicar a sus antiguos compañeros. Además, la Audiencia Nacional española emitió un auto por el que avalaba  las escuchas que abrieron la investigación del «caso Gürtel», por lo que el sumario sigue adelante.

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