Existen días señalados en los que la relación con el electrodoméstico esencial se vuelve particularmente especial. El día veintisiete de junio del año dos mil trece, puede ser uno de esos en los que se encadenan acontecimientos y se producen cascadas de cambios, alteraciones, impulsos que hacen variar la programación de los canales televisivos. Cuando suceden varias cosas a la vez en vivo y en directo, de asuntos pertenecientes a diferentes ámbitos del interés general y en canales diversos, la pelea por elegir lo preferente a cada instante se agudiza.

Coincidieron varios focos de atención con relevancia popular. Por un lado dos partidos, dos, de las diferentes categorías de la selección que lleva el escudo de España en la camiseta, la Sub-20 y la absoluta. En dos cadenas, Mediaset y Atresmedia. Y una noticia de relevancia política que se iba desgranando solapadamente. El envío a la cárcel de Soto del Real a Luis Bárcenas, asunto que además servía de trampolín a una despedida de temporada, la de «El Intermedio» de La Sexta, que ha hecho de Bárcenas uno de sus clásicos, con el que ha subido su audiencia a una media diaria del diez por ciento. En este programa se anunció la despedida definitiva de Usun Yoon, la asiática de Utrera, después de siete años de colaboración con este espacio de humor político. El programa volverá remodelado.

En este panorama el mando a distancia era un arma cargada de presente. Tertulianos, reporteros, analistas, equipos destacados en los aledaños de la AN y en la puerta del penal. Los partidos de campeonatos futboleros adquiriendo relativa importancia, hasta que llegó el de la absoluta y se empezaron a acumular minutos, prórrogas y penaltis, y a subir y subir el número de telespectadores. Y en la cascada, decisiones del programador para no verse afectados por el tsunami, y La Sexta, con buen criterio, decide no malgastar una entrega de «Pesadilla en la cocina» y endilga a sus seguidores reposiciones, avances de los mejores momentos de futuros episodios. Y en las tertulias de la caverna hablaban de Bárcenas y miraban de reojo el fútbol. En los programas deportivos de madrugada llegaron estresados y descolocados.