EEUU
Una nueva ejecución en Texas pone de nuevo en evidencia el peso de la raza
Kimberley McCarthy, una afroamericana de 52 años condenada a la pena capital por la muerte de una anciana blanca a la que robó, fue ejecutada el miércoles en Texas. Su ejecución, la número 500 en ese estado, ilustra la sobrerrepresentación de las minorías raciales en los corredores de la muerte de EEUU. Los negros tienen más probabilidades de ser condenados a muerte y ejecutados, según el Centro de Información sobre la Pena Capital. Representan el 35% de los presos ejecutados en las últimas tres décadas y el 42% de los condenados a muerte, pese a constituir sólo 12% de la población de EEUU. La ejecución de McCarthy fue aplazada en enero y abril por sospechas de «discriminación racial». Su abogada había denunciado los errores y prejuicios raciales de un jurado compuesto por once blancos y un negro.