Una caída masiva en la que se vieron involucrados Contador, Sagan y Tony Martin no tuvo efectos por los cambios de la meta
Kittel triunfa en medio del caos
El autobús del Orica quedó bloqueado en la llegada y la organización cambió en seis minutos dos veces el lugar donde la iba a situar.
Joseba ITURRIA
El Tour del Centenario comenzó marcado por el desconcierto provocado al quedar bloqueado el autobús del Orica Greenedge en la estructura de la meta poco antes de que llegaran los corredores. Eso llevó a la organización a anunciar en unos pocos minutos dos cambios en la llegada dentro de una confusión a la que muchos responsabilizaron de una caída registrada antes de los tres kilómetros de una meta en la, que ya sin autobús, Marcel Kittel dio la victoria y el maillot amarillo al Argos.
Si algo diferencia al Tour de cualquier otra carrera es que siempre pasan cosas importantes, pero nunca se había vivido una situación como la de ayer. A pesar de que la organización toma unas precauciones exageradas con el cierre de las carreteras por las que pasa la carrera y que intenta evitar al máximo el paso por su línea de meta, el autobús del Orica no se detuvo antes de la estructura para saber si era necesario elevarla y quedó atrapado en ella ante la desesperación de su conductor y de los organizadores.
Improvisación
Cuando los corredores estaban a doce de meta los organizadores decidieron establecer la llegada en la pancarta de tres kilómetros, lo que podía haber provocado una auténtica desgracia de haberse registrado ahí un sprint masivo porque estaba situada junto a una rotonda.
Los directores también responsabilizaron al cambio de la meta de provocar una tensión especial y de la caída registrada a poco más de un kilómetro para esa pancarta, de cuatro para la llegada. Cayó un corredor del Omega y con él muchos más y apenas quedaron por delante unas decenas de ciclistas sin varios de los favoritos a la general y de los principales sprinters.
En ese desconcierto el autobús del Orica consiguió salir marcha atrás y se volvió a comunicar a los corredores que la llegada iba a situarse en la meta original y que se les iba a dar el mismo tiempo a todos, con lo que el interés de la etapa se redujo a una llegada en la que Marcel Kittel aprovechó la ausencia de Sagan y Cavendish por la caída, de Greipel por un problema mecánico y de Goss por otra caída para lograr la etapa y tres de los cuatro maillots.
Tony Martin, duda para seguir
Por detrás llegaron los corredores involucrados en la caída. Las mayores secuelas las tenía Tony Martin. Aunque las pruebas médicas descartaron la fractura de clavícula que se temía, su equipo informó que presenta un cuadro médico que pone en seria duda su continuidad. Omega pudo perder en una caída tres etapas, la de ayer de Cavendish y las dos que casi garantizaba Tony Martin en la crono por equipos y la primera individual.
También sufrieron fuertes golpes Contador, Sagan, Rui Costa, Markel Irizar y Egoitz García. Las caídas se hicieron esperar porque el pelotón se tomó la primera etapa con tranquilidad, pero en los últimos kilómetros con unas carreteras estrechas se empezaron a caer corredores.
Hoy la segunda etapa entre Bastia y Ajaccio (156 kilómetros) presenta a priori más interés y tensión porque hay cuatro puertos, tres en la zona central y un último de un kilómetro al 8,9% a doce de meta que aseguran un cambio de líder.
Los organizadores decidieron colocar la meta en la pancarta de tres kilómetros cuando quedaban doce y seis minutos después, tras producirse la caída, volvieron a situarla en el lugar original tras ser retirado el autobús.
La organización del Tour responsabilizó al conductor por no detenerse antes de la llegada para activar su elevación, que permite el paso de los autobuses. El director del FDJ cargó contra el presidente del jurado por cambiar dos veces la meta.
Juanjo Lobato subió ayer al podio de Bastia para lucir el primer maillot de la montaña al pasar en cabeza la única cota de cuarta categoría de la etapa. El gaditano del Euskaltel entró en la fuga provocada de salida por Cousin (Europcar). Con ellos entraron Boom (Belkin), Flecha (Vacansoleil) y Lemoine (Sojasun). Aunque el pelotón no les dio mucho margen y no se entendieron bien, estuvieron a punto de ser cazados en el kilómetro 100, Cousin reactivó la escapada, que no fue anulada hasta que faltaban 36 para la meta. Antes Lobato se dejó coger por el pelotón. Joseba ITURRIA