El zornotzarra Xabi Etxeita tiene claro que no ha regresado al Athletic para ser fondo de armario, sino para pelear por la titularidad en el eje de la zaga rojiblanca y ponérselo complicado a Ernesto Valverde. «Partimos con un entrenador nuevo e intentaré ganarme el puesto», dejó claras sus intenciones en la presentación ayer en Ibaigane. Cumple un sueño, una ilusión, una meta que se marcó cuando como tantos otros tuvo que dejar el club y pronto se percató de que el fútbol no termina en el Athletic, pero a veces, a algunos, el Athletic les da una segunda oportunidad. Como a él, como a Beñat, como a Balenziaga, como el año pasado a Aduriz o Isma López, incluso a Kike Sola, el próximo en llegar.

Será un redebut seguramente tan ilusionante como aquel en que -con Amorebieta lesionado fuera de la convocatoria- saltó al césped de San Mamés, sin casi calentar, para sustituir a Ustaritz, lesionado, ante Osasuna, y Aitor Ocio, su compañero de zaga, le dijo que le preguntara todo lo que le pasara por la cabeza para así tranquilizarle. Antes había jugado en Copa cinco minutos ante el Recreativo, pero para él su bautismo siempre será aquel ante los rojillos, victoria incluida, en La Catedral.

Ingresó siendo un crío en la cantera del equipo de su localidad, y ni en infantil ni en cadete logró superar sendas pruebas para acceder a Lezama. Pero él tenía claro que quería ser futbolista profesional. Con apenas 16 años, Chefe Guerrero le sube al primer equipo del Amorebieta, en Tercera, y tres años después Blas Ziarreta le recluta para la cantera rojiblanca. Llegaba como mediocampista, incluso mediapunta, con gol, siguió en esa posición con Luis de la Fuente en el Bilbao Athletic, pero llegó Kike Liñero y retrasó esa posición a la de central. Y el técnico de Gordexola acertó.

«Vuelvo a casa, a mi casa»

Debutó con Joaquín Caparrós, participó hasta en 21 encuentros y el sueño se truncó. O no. Al igual que en el Amorebieta, Xabi tenía clara una cosa: «Siempre he tenido muy claro hasta dónde quería llegar y he trabajado para ello», apuntaba en una entrevista en 2008 tras su debut. Aprovechó su cesión al Cartagena, creció durante tres campañas en el Elche jugándolo todo, y cinco años después ha dejado claro que aquellos principios los sigue manteniendo en su mente. «En mi cabeza estaba siempre volver al Athletic», repitió ayer en su presentación.

Ha ganado en experiencia, en confianza, respondió a qué ha cambiado de aquel Etxeita al que Caparrós dio minutos y este Etxeita que viene a convencer a Valverde. «Vengo preparado», sintetizó por hasta dos veces cómo llega y en qué momento de su carrera se le presenta esta nueva oportunidad. «Mi ilusión siempre ha sido volver y si había una posibilidad, hacerlo en las mejores condiciones», reiteró. Y llega con muchos minutos jugados estos últimos años, con la confianza de los técnicos que ha tenido, y con goles, que en un central como él siempre suma a sus cualidades. Pero sobre todo tiene en mente hacerse con un hueco en esa competencia con los Gurpegi, San José, Ekiza y Laporte, y ayudar a hacer más sólida y contundente a la defensa rojiblanca.

«Vuelvo a casa, a mi casa», reconoció Etxeita. «Vuelve a su equipo. Es importante que su máxima prioridad sea el Athletic», insistió, como con Beñat, el presidente Josu Urrutia. Al de Zornotza le ha venido bien salir fuera del cobijo de Lezama, como confesó. Su trayectoria es todo un referente para aquellos que un día fueran, son y serán cachorros.