Ya han encontrado los voceros de PNV, UPN, PP y PSE otro tema con el que poner a todo el mundo mirando hacia la pérfida Gipuzkoa, ese territorio en el que Bildu se está empeñando en plantear cosas tan insólitas como recoger la basura puerta a puerta o poner peajes en las autovías. ¡¡¡Por ahí no pasamos!!! Eso debieron de exclamar al unísono gentes tan moderadas en otros tiempos como José Luis Bilbao, Luis Zarraluqui, Javier de Andrés o Ernesto Gasco cuando escucharon la propuesta (que no decreto) de la Diputación de Gipuzkoa para hacer frente a los gastos que conlleva mantener la red de carreteras en cualquier territorio.

Ahora voy a explicar lo del titular. Podía haber elegido a un vecino de Hendaia o a una de Bera como ejemplo pero, ya que este txoko permite analizar los temas desde una perspectiva personal, he optado por lo de vizcaino (lo de estúpido lo dejo para el final). Bueno, pues como vecino de Ermua que fui durante muchísimos años, me he sentido muy discriminado -al igual que los de Markina, Ondarroa, Durango... - porque cada vez que debía desplazarme hacia Bilbo o Donostia tenía que optar por el calvario de la N-634 -que podía convertirse en una interminable procesión- o por el peaje de la A-8 -que, además de abusivo, me parecía discriminatorio porque otros tramos de esa misma vía lo utilizaban gratis los de Bilbo, Barakaldo o Muskiz-.

Y para más inri, me he pasado muchos años circulando por la AP-8 diariamente para trabajar en Gipuzkoa, por lo que voy a hacer un cálculo muy sencillo para que hasta el diputado general de Bizkaia entienda de qué va el titular de esta columna. A alguien que se desplace por la autopista de Ermua a Zarautz por motivos de trabajo cinco días a la semana, la propuesta de Bildu le supone un ahorro de 140 euros mensuales, y si el desplazamiento es hasta Donostia, son, redondeando, 240 euros.

Ya que estamos, echémosle imaginación: ¿Qué les parecería que la Diputación de Bizkaia aplicara el mismo descuento a sus propios contribuyentes? Pero, claro, de eso no queremos hablar, ¿verdad, diputado general? Ni del peaje en la Supersur ni de los túneles de Artxanda, ¿a que no? Ni de la variante de Ermua, ¿verdad? Y la duda que me asalta es esta: ¿José Luis Bilbao cree que los demás somos estúpidos o es él quien pretende hacerse pasar por tal?