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La prohibición de la Audiencia Nacional marca el tradicional brindis por presos y exiliados

Herrira brindó por aquellos que, presos o exiliados, no pueden celebrar los sanfermines en las calles de Iruñea. Pese a la prohibición de la Audiencia Nacional, los iruindarras quisieron mostrar su solidaridad.

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Aitor AGIRREZABAL | IRUÑEA

La denuncia llegada desde Madrid marcaó el tradicional brindis por los presos que se realiza cada año en Alde Zaharra de Iruñea coincidiendo con los sanfermines. El brindis, que cada año lanza uno de los presos que ha salido de la cárcel en los últimos 365 días, fue realizado por Fran Balda, representante de Herrira, con el fin de esquivar la prohibición llegada desde Madrid.

El jueves se hizo pública la denuncia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que solicitaba ilegalizar el anual brindis por los presos que cada 6 de julio, se celebra en la calle del Carmen. Ante ello, la Audiencia Nacional decidió el viernes por la tarde ilegalizar el acto por los presos, lo que provocó que la muestra de solidaridad y agradecimiento por parte de aquellos que han estado en prisión, tomase una nueva forma.

Ante ello, y a diferencia de lo que ocurre cada 6 de julio, los miembros de Herrira tomaron la iniciativa, y fueron ellos quienes hicieron brindar a los cientos de personas que se acercaron hasta el lugar. Fran Balda, portavoz de Herrira, quiso recordar a todos aquellos que se encuentran encarcelados a cientos de kilómetros de casa, al igual que a las decenas de vascos que no pueden regresar a su hogar y que no pueden disfrutar de estos sanfermines.

La multitud de gente que se acercó hasta las inmediaciones de la Herriko y Arrano Elkartea, decidió mostrar su apoyo ante las prohibiciones, queriendo «dejar claro que la solidaridad no es ningún tipo de delito». Los que se aproximaron hasta el lugar decidieron brindar por aquellos que no podrán celebrar estos sanfermines. Finalmente, y pese a que el trago tuvo otros matices, pudo celebrarse.

Herri Harresia, presente

Del mismo modo que se echaba de menos a aquellos que no pueden disfrutar de estas fiestas, se quiso recordar a las decenas de personas que se encuentran en riesgo de ingresar en prisión. Los pañuelos naranjas, color convertido en símbolo de la resistencia civil frente a la conculcación de derechos, descansaban en los hombros de la mayoría de los iruindarras que se acercaron al brindis sanferminero.

Cinco jóvenes de Iruñerrria se encuentran en riesgo de ser encarcelados, después de que el pasado 3 de julio el Tribunal Supremo de Madrid realizase la vistilla que estudiaba el recurso puesto a sus seis años de condena.

Del mismo modo, Josu Esparza ha sido condenado a un año de prisión por mostrar la foto de un preso vasco en el transcurso de la Korrika.

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