Las autoridades han ordenado la evacuación de los 6.000 habitantes de Lac-Mégantic (Quebec) tras el descarrilamiento y posterior explosión de un tren de mercancías con más de 70 vagones cargados con petróleo que ha destruido el centro de la ciudad, según informó la alcaldesa Colette Roy Laroche a la cadena canadiense CBC, sin que de momento se tenga constancia de víctimas. Sin embargo, varias decenas de personas se daban por desaparecidas varias horas después de la explosión.

Los testigos han informado de que el descarrilamiento, sucedido a las 08.00 horas de la mañana (hora de Euskal Herria) y cuyas causas se desconocen todavía, ha causado varias detonaciones y un incendio que está consumiendo varias viviendas del centro. «Es horrible», declaró el residente Claude Bedard, visiblemente afectado. «Jamás hemos visto nada igual. Las tiendas, todo lo que había ahí, ha sido destruido», lamentó.

Además, las autoridades creen que una gran cantidad de combustible se ha derramado en el cercano río Chaudiere.

El tren, con destino a Maine (Estados Unidos), pertenece a la compañía Montreal Maine & Atlantic Railway, según la web de la compañía.

Gran bola de fuego

La explosión destruyó decenas de edificios y despidió una enorme bola de fuego y humo negro. La emisora pública Radio Canadá aseguró que en torno a 60 personas estaban desaparecidas y unos 30 edificios de la localidad, de 6.000 habitantes, han resultados destruidos por las explosiones y el incendio de algunos de los 73 vagones cisterna que componían el tren. El tren estaba aparcado y sin conductor en el momento de la explosión, según han informado los medios del país.

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo en su cuenta de Twitter que las informaciones sobre el accidente en Lac-Mégantic, a unos 250 kilómetros al este de Montreal, cerca de la frontera con Estados Unidos, «son horribles». «Nuestros pensamientos y oraciones están con los afectados en Lac-Mégantic», manifestó Harper.

Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de 1 kilómetro en torno al lugar del accidente. Unos 100 bomberos, incluidos algunos procedentes de EEUU, estaban luchando contra las llamas que ya habían destruido parte de la ciudad.