Empecemos por un mito: Curro Jiménez, cuyas andanzas todavía emite hoy algún canal despistado y justo de recursos. Pocos recordarán que en 1979 era el personaje de moda, y que se convirtió en una de las grandes atracciones de aquellas fiestas, con un espectáculo matinal en la Plaza de Toros. Cuentan las crónicas que desembarcó en Iruñea un 9 de julio, junto a «el hercúleo `Algarrobo' y el leal `Gitano'» (al parecer, `El Estudiante' tenía mejores cosas que hacer). Quién sabe si Sancho Gracia estaba desganado o si era el cronista anónimo de ``Egin'' el desmotivado... o los dos.

El caso es que esta es la explosiva entrevista que mantuvieron en el callejón: «1) ¿No te parece que estás explotando demasiado el filón de la serie? Eso no me lo preguntes. Si quieres lo escribes tú. Estoy harto de que hagáis siempre la misma pregunta, ¿explotas tú la pluma cuando escribes? 2) ¿Ni siquiera estás cansado del personaje? Oye, si seguís así, no contesto. No estoy cansado, Curro Jiménez me gusta mucho, ¿por qué no me preguntáis por mi hígado, el tiempo que hace o cómo me lo paso en Sanfermines? 3) ¿Cuánto vas a cobrar por esta actuación? No digo nunca lo que cobro».

En las gradas había 10.000 personas, pero ni por esas. Dicen que el bandolero de Sierra Morena se limitó a dar unas vueltas por el ruedo, algunos malabarismos a caballo, un par de trabucazos... y cobrar el botín. Se quejaba ''Egin'' de que habían sido 300 pelas de las de entonces por barba. Y sentenciaba: «El timo, total».