La ley chilena impide abortar a una niña de 11 años violada por su padrastro
El caso de la joven salvadoreña Beatriz, quien tuvo que recurrir hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que le autorizaran un aborto terapéutico, se repite ahora en Chile, con una niña de solo 11 años, violada reiteradamente por su padrastro y embarazada.
Ainara LERTXUNDI | DONOSTIA
Chile es junto a El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y Honduras uno de los cinco países latinoamericanos en los que el aborto está prohibido en todos los supuestos, incluso en los casos de violación. Tampoco se contempla como causal el riesgo para la salud de la madre.
La joven salvadoreña Beatriz tuvo que afrontar un largo proceso y presiones de grupos antiabortistas hasta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos urgió al Estado salvadoreño a que le practicaran un aborto terapéutico porque su vida estaba en riesgo y el feto era anencefálico. Finalmente, tras una angustiosa espera y ante el grave deterioro de su salud, le practicaron una cesárea. El bebé, una niña, murió a escasas horas de abandonar el vientre materno, tal y como habían previsto los médicos en los controles prenatales. En una carta dirigida a los medios antes de que le dieran el alta en el hospital, Beatriz lamentó tanto sufrimiento innecesario y pidió que ninguna mujer más tuviera que pasar por la misma situación.
En Chile, Belén, una niña de 11 años y violada reiteradamente durante al menos dos años por el compañero de su madre, que se encuentra en prisión preventiva, está embarazada de tres meses. Organizaciones de derechos humanos y a favor de la despenalización del aborto han reclamado que se le practique un aborto terapéutico de carácter excepcional por motivo de su edad y se reabra el debate sobre esta cuestión.
En declaraciones a GARA, la presidenta de Corporación Humanas, Carolina Carrera, consideró «tremendamente grave» que deban de ocurrir casos tan extremos para «volver a hablar sobre este tema. Nos sentimos avergonzados como país por el trato cruel, denigrante e inhumano que está sufriendo esta niña. Hablaría, incluso, de tortura, porque realmente es una tortura obligar a una niña a llevar a término un embarazo en estas circunstancias con los riesgos que entraña, tanto físicos como síquicos. El Estado chileno debe de asumir responsabilidad con Belén». Ayer, varias organizaciones, entre ellas Corporación Humanas, ofrecieron una rueda de prensa en Santiago de Chile para demandar la autorización del aborto en los casos de violación, de malformaciones congénitas o de peligro para la madre. Según la Encuesta Humanas 2011, el 70% de las chilenas están de acuerdo con estos supuestos.
«El abuso a Belén es una de las muchas formas que adquiere la violencia contra las mujeres en nuestro país, donde no existen políticas públicas para erradicar la violencia contra niñas y mujeres. En 2012 no hubo ninguna campaña en ese sentido», lamentó Carrera.
En 2011, había nueve casos judicializados contra mujeres por abortar. En la mayoría de los casos, son los propios hospitales quienes denuncian a las mujeres cuando acuden en busca de asistencia.