Los campesinos del Catatumbo piden garantías para reanudar el diálogo
GARA | BOGOTÁ
Campesinos del Catatumbo, en el noreste de Colombia, esperaban ayer la llegada del ministro de Trabajo, José Noé Ríos, para conocer la posición del Gobierno de Juan Manuel Santos que el viernes condicionó el diálogo a que los campesinos depongan los bloqueos en Tibú.
El presidente mantuvo una reunión con parte de su Gabinete así como con diversos congresistas para evaluar la crisis de los campesinos del departamento del Norte de Santander que exigen la suspensión de una campaña para la erradicación de la hoja de coca, la sustitución de cultivos ilícitos, la declaración de una Zona de Reserva Campesina y el fin de proyectos de minería y agroindustriales.
Ese mismo viernes se suspendió una reunión prevista entre el Gobierno y campesinos después de que se relacionara a sus líderes con las FARC.
En días previos, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, llegó a decir que los líderes campesinos no son simples labriegos, sino que «vienen de Europa».
Uno de los portavoces de los campesinos, César Jiménez, expresó su preocupación ante «la fuerte campaña mediática que pretende desvirtuar la lucha e ilegitimar a los líderes de la movilización». Pidió «un marc0 de garantías para que esta mesa de negociación pueda continuar su trabajo y lograr acuerdos para solucionar la crisis económica y social del Catatumbo».
La Fiscalía colombiana confirmó que la causa de la muerte de cuatro campesinos que participaban en un bloqueo de carreteras fue el impacto de armas de fuego.
Desde La Habana, la delegación de las FARC realizó un simbólico cortejo fúnebre a la llegada al Palacio de Convenciones para denunciar estas muertes. «Al mismo tiempo que el Gobierno pide que se cambie las balas por votos, las fuerzas militares disparan sus fusiles contra la gente que eleva su voz pacífica exigiendo y solicitando soluciones. Es la realidad nacional», remarcó la guerrilla.