UDATE | Iruñeko Sanferminak
Iruñea pide prórroga
Los iruindarras se pusieron el pañuelo 15 minutos más tarde. Algunos han querido hacer de eso la mayor de las catátrofes. Si tan dramático es, tiene fácil arreglo: alargar las fiestas. Y si es posible, estirarlas hasta el último acto popular, que es el Encierro de la Villavesa. San Fermín es popular y por mucho que el Ayuntamiento se empeñe, la fiesta empieza cuando empieza y acaba cuando acaba.
Bizardun MOZORROTUA
Han empezado los sanfermines un cuarto de hora tarde. ¡Menudo drama! No va a quedar otra que alargar las fiestas. Lo ha dicho hasta Javier Solano, la voz de los encierros. Solano ha propuesto en la televisión que sacó de plano la ikurriña gigante hasta caer en el ridículo que el Pobre de Mí de este año se celebre a las 00.15 horas del día 15. Un profundo estudio estadístico ha propuesto una solución más sensata: alargar los sanfermines hasta el Encierro de la Villavesa. Que las fiestas arranquen un cuarto de hora más tarde, pero que se alarguen doce horas más. La Asociación de Gaupaseros Unidos Anónimos (AGUA) ha sacado adelante un comunicado bajo el título: “Hasta el Encierro de la Villavesa y a correr”, en el que defiende la misma postura.
Desde la Audiencia Provincial se ha comunicado que el juez de guardia ha abierto diligencias por «un presunto delito contra el orden público». Otro profundo estudio, esta vez de investigación, ha encontrado al culpable de alterar el orden público. Se trata del mismísimo San Fermín, alias el Santo Morenico, el que ha puesto la ciudad patas arriba y amenaza con reincidir. Se ha decretado arresto domiciliario en la iglesia de San Lorenzo, pero el Morenico ha anunciado su intención de salir a dar una vuelta hoy a mediodía. Eso sí, ha pedido que no le canten saetas, que prefiere ir a la cárcel. Pero que vaya, que después del vermú, se volverá para la capilla. En confianza, también dice que le ha jodido un poco, que le delatara el alcalde a gritos desde el balcón. «San Fermín, San Fermín», vociferó sin que le siguiera nadie.
Ayer por la tarde, quien se acordaba del retardo histórico del chupinazo era porque no estaba ebrio del todo. Por este mismo motivo, los de la cuadrilla no le ajuntaban. Algunos han enarbolado argumentos intelectuales en contra de la gigantesca ikurriña. Unos decían que va a perjudicar al Burger King que se ha abierto en Mercaderes, otros que es mucho mejor retransmitir la final del Mundial en la Plaza del Castillo cuando gana «España» y los demás estaban pagando la «zona azul».
Pasen y beban, que ya es San Fermín. A Iruñea le queda cuerda para rato y 15 minutos son un momentico inolvidable.
