Japón y China: peligroso juego de exagerar la teoría de la amenaza y la mentalidad de víctima
China y Japón, dos gigantes asiáticos y socios mayores en áreas como el comercial o el turismo, utilizan sus disputas territoriales para alimentar exageradamente la teoría de la amenaza y la mentalidad de víctima. En ambos bandos, los políticos y oficiales del ejército explotan el tema para aumentar su popularidad, su base social e implementar sus agendas particulares. Ciertamente, ambas partes deberían tomar medidas efectivas para romper esa espiral del recelo y la desconfianza antes de que la situación pueda deteriorarse más y poner en peligro las posibilidades de Asia para convertirse en el epicentro del crecimiento global del siglo XXI.
La publicación del Libro Blanco de Defensa 2013 de Japón que establece la estrategia militar del país del sol naciente, lejos de calmar los ánimos, los ha encendido todavía más. La amenaza china aparece sobredimensionada y se agita con fuerza. Mientras, con el patronazgo de EEUU, Japón se dedica a modernizar su armada y azuza disputas territoriales como las de las islas Senkaku/Diaoyu. El «nuevo» militarismo japonés se alimenta de la amenaza china. Y EEUU no hace nada por evitarlo. Sino todo lo contrario.