No hay día en que el llamado «caso Bárcenas» no les cause un disgusto a Rajoy y su tropa. Sin embargo, la derechona mediática se divide entre quienes salen en defensa del señorito, que para eso manda, y quienes querrían otro señorito y le zurran a este. Por ejemplo, «El Mundo» ponía ayer en un brete al compostelano publicando los papeles del extesorero, según los cuales Rajoy recibía sobresueldos cuando era ministro, y en su editorial apuntaba que «todo indica que se vulneró la Ley de Incompatibilidades», que prohíbe a un ministro cobrar cualquier cosa que no sea su propio sueldo. Según el diario de Pedro J., «si el juez Ruz llegara a acreditar que esos apuntes de Bárcenas reflejan entradas y salidas reales de dinero, las consecuencias para el PP y para Mariano Rajoy serán sobre todo políticas porque el presidente del Gobierno comprometió su palabra de que no había existido financiación ilegal en el partido (...), que no se habían pagado sobresueldos opacos a Hacienda y que él mismo jamás había recibido ni una sola peseta». Ya, dicen que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo... Parece que pintan bastos en la calle Génova.

Pero como decíamos antes, siempre hay alguien que sale al rescate. Que se lo pregunten si no al editorialista de «La Razón», que sobre este mismo tema señalaba que «el `caso Bárcenas' ha llegado a ese punto de confusión en el que se requiere mantener las ideas muy claras para no dejarse llevar por intoxicaciones informativas muy interesadas». Desde luego, los de Marhuenda tienen las ideas muy claras: a tope con Rajoy... hasta que alguien le mueva la silla. Para el diario del Grupo Planeta, «las confesiones sin prueba alguna de financiación ilegal es evidente que sólo buscan derivar las responsabilidades personales» y añadía que «los que han estado desde hace cuatro años siguiendo el caso saben que está plagado de contradicciones, incluso mentiras». Obviamente, el editorial está escrito antes de que «El Mundo» difundiera los famosos papeles. A ver qué nos cuentan hoy... El amanuense del carcadiario acusa a quien controló las cuentas del PP durante dos décadas de «filtrar rumores sobre financiación ilegal de su antiguo partido, en contra de la línea más adecuada para sus intereses que mantenían los letrados». Y de los intereses del PP también, ¿o no? Cómo se les ve el plumero.