Confebask llama a la tranquilidad después de debilitar los convenios
Tras la pérdida de vigencia de los convenios con el fin de la ultraactividad, el presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua, hizo ayer un llamamiento a la tranquilidad porque, según sus palabras, «que un convenio decaiga no quiere decir que necesariamente las condiciones laborales decaigan de inmediato». Aunque reconoció que se pueden dar casos de empresas que «lo están pasando mal» para las que es «imprescindible adaptar sus condiciones laborales y revisar su cuenta de gastos».
I.T. | BILBO
Lujua utilizó estas palabras en Bilbo en su discurso en el marco del Consejo General anual de Confebask, en el que estuvo acompañado de la secretaria general de la patronal, Nuria López de Guereñu, y los presidentes de Cebek, Iñaki Garcinuño, de SEA, Pascal Gómez, y el de Adegi, Pello Guibelalde.
El máximo dirigente de la patronal señaló que la gestión de la negociación colectiva «ofreciendo el mantenimiento de los convenios y el respeto a la Ley, ha sido prudente y responsable» por parte de los empresarios y añadió que la gestión de la crisis ha sido «igualmente prudente».
Su valoración fue totalmente opuesta cuando hizo referencia a la otra parte, a los sindicatos, de quienes dijo que los convenios «se han dejado caer por su negativa a aceptar que las reglas de juego, las normas jurídicas que las regulan, han cambiado». No llegó a aplaudir la reforma del PP, pero dejó claro que «las reglas de juego, las leyes, gusten más o gusten menos, son de obligado cumplimiento, también para los sindicatos».
En esta línea, insistió en que «no ha habido manera de hacer entender» a las centrales que «las condiciones laborales de tiempos de bonanza no pueden ser las mismas que en tiempos de crisis». Momento en el que calificó de «pretensiones imposibles» la prórroga de la ultraactividad y el rechazo al arbitraje.
Críticas a ELA y LAB
Sin embargo, tras hablar de forma genérica de los sindicatos, Lujua reservó sus críticas más duras para ELA y LAB, de quienes dijo que «todos» los convenios que han decaído «tienen la misma característica, su firma depende de ELA y/o de LAB, los dos adalides del tantas veces mencionado marco vasco de relaciones laborales».
Sobre estas dos centrales, tras acusarlas de «dejar caer los convenios que tenían las mejores condiciones laborales de España», Lujua afirmó que ELA «simple y llanamente se ha negado a tratar ningún contenido del convenio» y LAB «ha dado muestras de algún atisbo de flexibilidad» -hizo referencia a la firma del Comercio general en Gipuzkoa y la prórroga de algunos convenios de este sector en Bizkaia-, pero que «en todo caso, se trata de movimientos demasiado tímidos para sindicatos que dicen ser los valedores del marco vasco».
Finalmente, el máximo de la patronal abogó por «una nueva cultura de país que se reencuentre con la figura empresarial», porque «si a las empresas les va bien, les irá bien a los trabajadores y también a la sociedad».
Lujua culpó a los sindicatos del decaimiento de los convenios con su actitud y reivindicaciones y, en concreto, afirmó que espera que los trabajadores «pidan cuentas» a ELA y LAB, que se dicen «valedores del marco vasco de relaciones laborales».
El presidente de Confebask dijo estar dispuesto a recuperar la posibilidad de negociar un acuerdo interprofesional en el ámbito de la negociación colectiva, tras el frustrado intento del pasado viernes en el CRL con la mediación del Gobierno de Gasteiz.
El secretario general de CCOO-Euskadi, Unai Sordo, recomendó ayer a los trabajadores que «ante cualquier modificación de las condiciones» laborales por parte de las empresas pidan ayuda a los sindicatos porque a partir del 8 de julio los empresarios «no tienen barra libre».
Sordo manifestó que se ha trasladado a muchos empresarios que a partir del 8 de julio, tras la caída de los convenios sectoriales no renovados el 7 de julio, hay «barra libre» para reducir las condiciones laborales de los empleados pero, subrayó el sindicalista, «les han asesorado mal». Por ello, pidió a los trabajadores que «se organicen» y «no se resignen a que les modifiquen las condiciones que disfrutaban en los convenios porque no es tan sencillo».
Por su parte, la Federación de Servicios de este mismo sindicato acusó a ELA de «dejar en la estacada» a los trabajadores de Artes Gráficas de Bizkaia, cuya patronal anunció su intención de «pasar» al convenio estatal. Según afirmó esta central, ELA es «el actor que más empeño ha puesto» para que no se alcanzara un acuerdo en la mesa de negociación. CCOO calificó de «oportunista» la actitud de ELA en la mesa de Artes Gráficas con «el único interés de dejar morir el convenio» porque «desde su posición mayoritaria en el sector ha obstaculizado le negociación y se ha despreocupado en la continuidad de la convocatoria de las mesas».
En opinión de CCOO, ELA funciona «impulsada por su propio interés» y «queda patente» su apuesta por el convenio de empresa frente al sectorial, «una actitud abominable que supone dejar en la estacada a los trabajadores de empresas en las que no es posible la representación legal de los empleados, ya sin el paraguas del convenio sectorial». GARA