Shinzo Abe recurre al «peligro chino» para acometer el rearme militar de Japón
El Gobierno de Shinzo Abe ha recurrido a la amenaza del «peligro chino», con las denuncias de la actividad militar de Pekín en el Libro Blanco de Defensa de 2013, con la que quiere impulsar su sueño de un rearme militar y un cambio constitucional que elimine trabas legales.
GARA | TOKIO
Japón volvió a denunciar ayer el «comportamiento peligroso» de China que podría provocar un incidente en torno a las islas Senkaku, un archipiélago en el Mar de China oriental que Pekín reivindica bajo el nombre de Diaoyu.
«China ha llevado a cabo acciones coercitivas que han ocasionado comportamientos peligrosos» indica el Libro Blanco de Defensa que publica anualmente el Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe.
El documento, de 450 páginas, cita actividades chinas como «la intrusión en aguas territoriales de Japón», la violación del espacio aéreo japonés e incluso «actividades peligrosas que podrían provocar sucesos imprevistos».
Menciona también el caso de una fragata china que habría fijado su radar de disparo en un destructor japonés cerca de las citadas islas, una acción previa al disparo.
Pekín niega la versión japonesa sobre los incidentes y acusa a Tokio de exagerar la supuesta «amenaza china» y de querer ensuciar la imagen de China ante la opinión internacional.
En cualquier caso, el documento sirve a Shinzo Abe para cumplir su sueño del rearme militar de Japón. Abe pretende enmendar la Constitución del país e incrementar el presupuesto militar.
Tras su llegada al poder el pasado mes de diciembre, el Gobierno de Abe aprobó un presupuesto militar récord de 47.000 millones de dólares para el curso 2013, lo que supuso el primer incremento de esta partida en once años.
Buena parte del mismo ha ido destinado a la mejora en tareas de recopilación de datos y vigilancia en torno a las Senkaku, donde este año se ha reforzado la cooperación con la Guardia Costera y se han desplegado casi 300 efectivos más, dos nuevos aviones P-1 de seguimiento y dos navíos de patrulla.
También se han destinado unos 300 millones de dólares a adquirir dos nuevos cazas F-35, y en 2012 las Fuerzas Aéreas de Autodefensa realizaron un récord de 306 salidas.
Cambio constitucional
El Gobierno de Abe tiene previsto elaborar nuevas directrices para definir la política de defensa nacional a largo plazo para finales de este año, y este Libro Blanco ofrece ya un atisbo de esa nueva postura militar.
Así, recoge el avance de una futura enmienda del artículo 9 de la Constitución -por el cual Japón renuncia a tener Ejército y a declarar la guerra a otro Estado-- concebida por la ocupación estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial.
La modificación constitucional buscaría llamar a las tropas niponas (bautizadas eufemísticamente como Fuerzas de Autodefensa) por su nombre, definir su rol en la Constitución o autorizarlas a defender a ejércitos aliados en caso de ataque.
Países vecinos han aireado su temor a que esto lleve al rearme de un país que invadió buena parte de Asia durante la primer mitad del siglo XX, y esgrimen las credenciales de Abe, conocido negacionista de los crímenes del ejército japonés en China o Corea.