Japón intenta reabrir reactores nucleares pese a la alerta en Fukushima
GARA | TOKIO
Japón podría restablecer varios reactores desactivados desde la crisis nuclear de Fukushima en el plazo de un año, según anunció la Agencia de Regulación Nuclear nipona un día después de que las nuevas reglas de seguridad entraran en vigor.
Y ello a pesar de que la situación en la planta de Fukushima, donde tuvo lugar el peor desastre atómico del mundo desde Chernóbil en 1986, ha empeorado al dispararse los niveles de radiación en las aguas subterráneas, de lo que se podría deducir que el material altamente reactivo de la planta se está acercando al Océano Pacífico. Sin embargo, Japón sigue adelante con su intento de recuperar reactores. Solo dos de los 50 reactores de Japón están activados actualmente, y cuatro empresas eléctricas han pedido a la Autoridad Regulatoria una revisión de 10 de ellos para reiniciar su actividad lo antes posible.
La compañía que opera la central de Fukushima, Tepco, declaró que tras la observación de un pozo situado entre uno de los reactores dañados y el mar, se calcula que los niveles de cesio-134 radiactivo del lunes eran 90 veces superiores a los niveles del pasado viernes. Tepco afirmó que ha detectado 9.000 bequerelios -la medida de liberación de energía radiactiva- de cesio-134 por litro, 150 veces por encima del estándar de seguridad japonés. Además, la lectura de cesio-137, con una vida media de 30 años, es 85 veces superior a la de la última lectura, tres días antes. La cantidad de cesio encontrada en esta última revisión era ya mucho más alta que la encontrada en junio.
Este incremento, acompañado de altos niveles de elementos radiactivos -como tritio y estroncio- sugieren que las aguas contaminadas se están expandiendo hacia la zona de la planta cercana al mar.
La portavoz de Tepco, Mayumi Yoshida, admitió que no saben cuál es la razón del incremento. «Los trabajadores han estado lanzando agua encima de los tres reactores dañados para mantenerlos fríos durante más de dos años, pero el agua contaminada ha crecido al ritmo de una piscina olímpica por semana», explicó.
En abril Tepco advirtió de que se estaba quedando sin espacio para almacenar agua contaminada, y pidió autorización para canalizar aguas subterráneas con bajo nivel de radiación alrededor de la planta, pero los pescadores locales se opusieron.
También anunció que el que era gerente de la planta durante la crisis de Fukushima murió ayer por un cáncer de esófago.