UDATE | Mikel INSAUSTI, Crítico cinematográfico
¿A dónde van a parar los millones del Tío Gilito?
Aveces he llegado a pensar que Scrooge McDuck, o el Tío Gilito de la versión doblada, es el tesorero y administrador de Disney. Es una de las compañías que más millones maneja, lo que también supone que sus perdidas, cuando las hay, resulten desproporcionadas. Y estás vienen siempre de la sección dedicada a la producción de películas en imagen real, porque la animación sigue siendo rentable para el estudio gracias a la adquisición de Pixar, junto con la consiguiente incorporación de John Lasseter como mente pensante.
Pero en el departamento de acción real no tienen a nadie en quien confiar para salvarse del desastre, ni si quiera creen ya en el todopoderoso productor Jerry Bruckheimer, que tantos beneficios les procuró con la franquicia «Piratas del Caribe». Todo eso pasó al olvido, porque se le acumulan los fiascos, de los que «El Llanero Solitario» está siendo el mayor. Los cálculos más optimistas auguran un saldo negativo de 117 millones de dólares, para una película cuya producción costó 190, a los que hay que sumar 136 de promoción. Las cuentas no salen porque en la taquilla de EE.UU. no va a llegar a los cien millones de recaudación, y en el resto del mundo los superará por poco.
Llueve sobre mojado, habida cuenta de que en Disney todavía no se han recuperado de los 155 millones perdidos con «John Carter», una superproducción que costó 250. Parece mentira que la película protagonizada por Johnny Depp y dirigida por Gore Verbinski se haya estrellado en su estreno estadounidense, pero la crítica tampoco ha perdonado. Queda claro que no se puede trabajar con tanta presión.