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El trhiller conspirativo «The East» enfrenta a los antisistema y a las corporaciones
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Brit Marling es una de las actrices del cine indie que más han llamado la atención de la industria, gracias a que también se implica en las películas que protagoniza escribiendo el guión. Ya lo hizo en «Otra tierra», una historia de ciencia-ficción realizada por Mike Cahill. Su relación con el realizador Zal Batmanglij está siendo todavía más estrecha, pues colaboran por segunda vez tras un primer contacto con «The Sound of My Voice».
En aquella película de hace un par de años abordaban el tema de las sectas fanáticas, con Brit Marling encarnando a la líder de una de ellas. Para la preparación de «The East» han seguido un proceso parecido, pues convivieron con grupos alternativos del movimiento «freegano» a fin de conocer por dentro el modus vivendi de estas comunidades que optan por un estilo más rural alejado del consumismo urbano.
Batmanglij y Marling se pasan en esta ocasión al trhiller conspirativo, dando un salto del cine independiente al de mayor distribución. El grupo antisistema que retratan viene a ser la versión radicalizada de Greenpeace, en cuanto que están dispuestos a atentar contra las grandes corporaciones que destruyen el ecosistema en función de sus beneficios. Brit Marling interpreta esta vez a una ex agente del FBI que, como investigadora privada para una empresa multinacional, se infiltra en una célula de activistas que viven en una comuna anarquista que denominan «La Casa al Final del Camino».
Las críticas de la pareja de guionistas se reparten igual entre el poder capitalista y los supuestos ecoterroristas, como si todos formaran parte de la misma locura colectiva.
Es ahí donde «The East» resulta polémica, ya que la crítica moderada se conforma con esa teórica equidistancia, mientras que para los más objetivos no existe la comparación posible entre la fuerza del sistema con la de aquellos que intentan oponerse a él con armas más ideológicas que otra cosa.
Otro aspecto debatible es la especie de atracción por el mal que siente la protagonista. Mientras está del lado de la ley parece firme en sus convicciones, pero cuando cruza la raya empieza a dudar sobre el partido a tomar. La debilidad del guión, que no destaca precisamente por el contenido realista de sus diálogos, estriba en que el personaje de Brit Marling no responde al caso del infiltrado que sufre un síndrome de Estocolmo, sino al aún más convencional de la mujer que se enamora del líder de los clandestinos, papel que corresponde a Alexander Skarsgard.
El presupuesto de seis millones y medio de dólares ha dado para confeccionar un interesante reparto en el que destacan como secundarias las grandes actrices Patricia Clarkson y Julia Ormond, sin desmerecer a la joven Ellen Page.
Dirección: Zal Batmanglij. Intérpretes: Brit Marling, Alexander Skarsgard, Ellen Page, Patricia Clarkson, Julia Ormond.
País: EEUU. 2013.
Duración: 116 minutos.
Ha adaptado una novela policiaca de Lars Kepler, seudónimo con el que el matrimonio Ahndoril-Coelho homenajea a Stieg Larsson
Dirección: Lasse Hallström.
Intérpretes: Mikael Persbrandt, Lena Olin.
País: Suecia. 2012.
Duración: 120 minutos.