crónica | mesa redonda en miramar
Salir a la calle y escuchar, un remedio fácil a la crisis política
Una vecina de Herrera robó el protagonismo a los parlamentarios presentes en un coloquio sobre la crisis que atraviesa el sistema de representación política. Las palabras de esta mujer, que ayer pidió a los políticos que bajen de sus estrados y se acerquen a las calles, fueron escuchadas con atención por los asistentes, reunidos en el Palacio de Miramar.
Ion SALGADO
«Tienen que bajar a la calle, tienen que estar cuando la ciudadanía los quiera convocar». Estas palabras, pronunciadas por una vecina de Herrera, pusieron punto y final a una mesa redonda convocada ayer en el Palacio Miramar de Donostia para analizar la crisis de confianza a la que se enfrentan los partidos políticos de la CAV. Un coloquio distendido, marcado por los últimos casos de corrupción y por las promesas electorales incumplidas, en el que participaron Luis Javier Telleria (PNV), Laura Mintegi (EH Bildu), Txarli Prieto (PSE), Carmelo Barrio (PP) y Gorka Maneiro (UPyD).
La cita, organizada con motivo de los XXXII Cursos de Verano de la UPV-EHU bajo el lema «La representación política desde el Parlamento vasco», comenzó pasadas las doce y cuarto del mediodía. A esa hora, mientras el sol disparaba los termómetros y llenaba los arenales de la bahía de La Concha, una treintena de personas tomaba asiento en el interior de Miramar para escuchar las propuestas de los parlamentarios, que, como en otras tantas ocasiones, centraron sus discursos en la participación ciudadana y en la transparencia de los partidos. Dos temas muy recurrentes de cara a la galería, que apenas registran avances a efectos prácticos.
Luis Javier Telleria fue el primero en pronunciarse ante los presentes. El jeltzale, que apostó por transformar la democracia, afirmó que las instituciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa deben incentivar la participación ciudadana, ya que, a su parecer, la falta de una «cultura participativa» hace que solo unos pocos ciudadanos se atrevan a participar de forma activa. En este sentido, recordó la escasa repercusión de temas tan relevantes como el uso del fracking, cuya viabilidad fue debatida en «ADI!», una web diseñada por la Cámara de la CAV para dar cauce a las propuestas ciudadanas. «Lo que vemos es que solo unos pocos transmiten su opinión».
En contraposición a esta idea, Mintegi destacó que debe ser el Parlamento el que se acerque a la sociedad. Según explicó, la soberanía está en manos de la ciudadanía, y deben ser las instituciones las que deben interesarse por la situación de las personas. Asimismo, abogó por establecer una democracia real basada en un esquema horizontal. Tal como remarcó, el objetivo de los partidos pasa por garantizar que la ciudadanía pueda ejercer sus funciones políticas.
Antes de finalizar su intervención, Prieto afirmó que las formaciones de izquierda han perdido credibilidad por haberse «domesticado» ante el neoliberalismo, y lamentó que la «derecha ha recuperado sus políticas injustas». Estas palabras no fueron bien recibidas por Barrio, que comenzó su discurso respondiendo a su homólogo socialista. «Así que si gobierna la izquierda es una crisis inocente, y si lo hace la derecha, una crisis culpable», ironizó el parlamentario, que negó una crisis democrática y alabó el papel de los partidos como cauce de las peticiones ciudadanas.
Maneiro fue el encargado de cerrar la primera ronda. Tras escuchar el mensaje de sus compañeros de Cámara, el único representante de UPyD lanzó un mensaje a las sociedad civil. «No basta con quejarse. Lo que hay que hacer es pensar y decir ¿qué es lo que cada unos podemos hacer?», manifestó.
Petición clara y directa
Tras hablar con los asistentes sobre la necesidad de reformular la Ley de Territorios Históricos (LHT), discutir sobre la idoneidad del puerta a puerta y discutir sobre el valor de cada voto en los diferentes herrialdes, cuestiones a las que ninguno aportó una respuesta relevante, llegó el turno de Helena. Una vecina de «la trastienda» de Donostia, que, tal como figura al comienzo de esta crónica, pidió a los políticos que «bajen a la calle». Reclamación que no obtuvo una respuesta.