La Junta Directiva no quiere vender ni a Andrés Fernández, ni a Arribas... a cualquier precio. Esa es la política osasunista ahora mismo en el mercado de fichajes. Tiene sobre la mesa dos ofertas firmes, una por cada jugador, pero ninguna satisface ni de cerca las pretensiones del club rojillo que no son otras que sacar lo que sus respectivas cláusulas de rescisión estipulan o al menos una cantidad que se les aproxime. Lo de echar las redes en el conjunto navarro para pescar futbolistas con proyección y a precio de saldo, al menos esta temporada, no cuela. Y todo gracias a la reciente venta al Athletic de su delantero Kike Sola, por 4 millones de euros, lo que ha propiciado que Osasuna no tenga las urgencias económicas de otros años para vender y rascar dinero con el que fichar caras nuevas. O lo que es lo mismo, si el portero o el central, o ambos, se van ahora será, primero, sin prisas por cerrar la operación, y, segundo por lo que realmente valen.

Los rectores de la entidad rojilla emitieron ayer un escueto comunicado que no tenía otras intenciones que rechazar la imagen -que desde el club creen que se está dando- de que Osasuna quiere desprenderse de estos dos jugadores. «Desea comunicar a sus socios que la entidad rojilla no tiene interés en su venta y que cuenta con los dos jugadores para la temporada que está a punto de comenzar», se limitaban a zanjar.

Por Arribas llegó en su día una oferta del Sevilla, insuficiente a todas luces, pues el 1,5 millones que ofrecían los del Nervión resultaban irrisorios para los 5 millones que tiene de cláusula. Quizá en otra tesitura hubiera que haber dicho que sí, pero en la actual, no.

Respecto a Andrés Fernández, portero apetitoso para muchos clubes por la proyección que irradia a futuro, el recién ascendio Villarreal hizo llegar una oferta en firme por 2,8 millones, que luego subió a 3,2 y al final llegó a los 4 millones. Pero Osasuna ha dicho a todas que no. O un club viene con los 9 millones de la cláusula o una cantidad cercana, o nada de nada.

El Atlético entra en escena

En ese compás de espera, saltaba ayer la noticia de que el Atlético habría tanteado a Osasuna para hacerse con los servicios del guardameta, noticia que es cierta. A falta de dinero contante y sonante en la ribera del Manzanares, Miguel Ángel Gil Marín ofertó 1,5 millones más el portero Sergio Asenjo. Pero ni por esas en Iruñea dan el brazo a torcer. Poco dinero y ninguna necesidad ni interés en contar con el arquero que se les sugiere en el fichaje.

Así las cosas, y mientras Osasuna se mantenga en sus trece parece que las posibilidades de que ambos jugadores salgan se complica. José Luis Mendilibar ya dijo esta semana que veía a Andrés más fuera que a Arribas, pero de momento, a tenor de lo que deja entrever el club, ninguno de los dos están en venta.

A este asunto se refería también ayer en la sala de prensa de Tajonar el capitán Patxi Puñal, quien ante la posible salida del portero titular defendía que «Asier -Riesgo- es un portero de garantías y si Andrés se va, no va a haber problema. Nosotros confiamos en Asier».