Marcel Kittel puso ayer en cuestión con su tercera victoria en este Tour la supremacía de Mark Cavendish en los sprints en el último lustro y dedicó la victoria a Tom Veelers, derribado por el manés el martes y que ayudó al triunfo de su líder pese a acusar las secuelas de la caída.

Desde que Mark Cavendish debutó en el Tour en 2008 con 23 años y cuatro victorias de etapa, ningún sprinter había logrado más victorias que él en la prueba. En 2009 logró seis triunfos, en 2010 y 2011 cinco y solo en 2012 se registró un empate a tres triunfos entre él y André Greipel, aunque el manés se mostró superior en los duelos directos entre los dos y se vio perjudicado por la falta de apoyo en un Sky en el que se priorizaba el amarillo de Wiggins.

Marcel Kittel va camino de romper su hegemonía en este Tour, en el que lleva tres victorias por una sola de todos sus rivales: Cavendish, Greipel y Sagan. En la primera se decía que aprovechó la ausencia de los tres por la caída registrada en medio de la confusión por los cambios de meta. En la segunda Cavendish fue protagonista al embestir a Veelers y se podía alegar que este incidente minó sus opciones, pero ayer Steegmans lanzó a la perfección a su sprinter, que no suele fallar en ese tipo de situaciones y Kittel le ganó de manera apretada, pero sin margen para la discusión.

En condiciones normales solo les quedarán dos sprints, el de hoy y el de París -salvo que resistan las cotas finales mañana- y Mark Cavendish deberá imponerse en ambos para igualar a Kittel y su peor marca de triunfos en un Tour.

Nuevo problema para el Sky

El duelo entre Marcel Kittel y Mark Cavendish estuvo condicionado por la caída registrada a dos kilómetros de meta que afectó al Lotto e impidió disputar el sprint a André Greipel, pero que perjudicó especialmente al Sky, que perdió a uno de los corredores más importantes en los que se podía apoyar Chris Froome. Edvald Boasson Hagen fue el corredor más afectado por la caída al romperse el omóplato derecho y su equipo confirmó que no puede seguir en carrera y que volará hoy mismo a Noruega para ser sometido a las pruebas pertinentes para determinar el tratamiento al que será sometido para recuperarlo.

El noruego tuvo un día especialmente desafortunado porque se cayó dos veces. En la primera sufrió un golpe en el codo derecho y en la segunda dos fracturas en la cabeza del húmero y en el omóplato derecho. También sufrieron consecuencias en la última caída los corredores del Ag2r Kadri y Gadret, Smukulis (Katusha), Henderson (Lotto), Bonnet (FDJ) -que fue el primero en caerse y provocó todo lo demás- y Bauer (Garmin).

El abandono de Boasson Hagen deja al Sky con solo siete corredores tras el fuera de control de Kiryienka camino de Bagnères de Luchon y uno de ellos, Thomas, muy limitado desde la caída que sufrió en la primera etapa. Boasson Hagen era junto a Porte y Kennaugh, que también se cayó en la segunda etapa de Pirineos, el ayudante más importante de Froome y su ausencia debilita más al equipo.

Los días de los sprinters

Sky no tuvo problemas para llevar la carrera controlada, porque en la fuga inicial no entró ningún corredor peligroso y fueron los equipos de los sprinters los que asumieron la labor de control en el pelotón, pero en los Alpes Froome va a tener mucha menos ayuda de lo que se podía esperar de su equipo.

Hoy se espera que vuelva a tener un día tranquilo en la decimotercera etapa entre Tours y Saint-Amand-Montrond, con 173 kilómetros que solo presentan una cota de cuarta en el 77. Sería una sorpresa que no se repita la historia de cada día con una fuga en la que entren corredores de los equipos que no tienen asegurado su futuro y que los de los sprinters la tengan controlada y la victoria se vuelva a dilucidar al sprint.