Juanjo Basterra | Periodista
Quienes crean riqueza en este país son los trabajadores
Mientras los empresarios de Confebask se quejaban de que el Parlamento de Gasteiz podía darles con la reforma en la boca, y tenerles un poco callados, aunque fuera harto improbable, como así ocurrió, los trabajadores han tenido que abrir todos los frentes de lucha ante los cambios reales que se han producido en la negociación colectiva y en los conflictos que permanecen todavía abiertos.
Gracias a la reforma laboral del PP los empresarios tienen la sartén por el mango. Deciden y punto. Son ya muchas las empresas que han manifestado su pretensión de modificar las condiciones de trabajo y de salario. Algunas han salido, en otras, por miedo y por el chantaje empresarial, se callan.
Es cierto que no están haciendo todos esos cambios de golpe, porque encendería la chispa de la protesta generalizada, pero son pocos los que no quieren tener unas condiciones similares al resto del Estado español, donde los salarios son más bajos, las jornadas más elevadas y las condiciones laborales peores. Así es gracias a que los sindicatos mayoritarios que firman todo aquello que les echen encima por garantizar una serie de dádivas, ni más ni menos.
¿Qué pensarán o pensarían todos esos trabajadores que han sacrificado sus propias vidas por mejorar las condiciones laborales y salariales de la clase trabajadora y ven que un simple decreto o nueva ley amputa esos logros para dárselos a la patronal sin más para que siga acumulando beneficios?
Me imagino la respuesta. Y, desde luego, espero la respuesta de los trabajadores de hoy y de nuestros hijos que lo van a tener muy crudo. Porque el camino que han adoptado nos lleva a retroceder siglo y medio.
No es fácil. Pero quien busca empobrecer más a los trabajadores con bajos salarios y más desempleo y, a cambio, entrega todos los elementos para que la riqueza de unos pocos siga creciendo, no debería compartir el mismo aire que respiramos los demás. Porque digan lo que digan: empresarios y gobiernos sumisos a esa élite económica y empresarial la riqueza de este pueblo la crean los trabajadores. Sin embargo, resulta que esta avispada élite se queda con la mayor parte de esas ganancias sin ningún complejo.