La victoria en las elecciones japonesas al Senado da vía libre a la política de Abe
GARA | TOKIO
La victoria en las elecciones al Senado ofrece al primer ministro japonés, Shinzo Abe, vía libre para llevar a cabo su política económica y de dureza diplomática. Según los primeros recuentos, la coalición derechista formada por el derechista Partido Liberal Demócrata y el Nuevo Komeito obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara alta. Solo el PLD, presidido por Abe, consiguió al menos 65 escaños –76 la coalición de gobierno– sobre los 121 que se elegían (la mitad de la Cámara). Este resultado otorga a la coalición un total de 135 escaños, once por encima de la mayoría absoluta. La oposición no ha conseguido movilizar apoyos frente al Gobierno de Abe, que cuenta con un 60 % de apoyo desde su vuelta al poder hace siete meses.
El principal partido de oposición el Partido Demócrata de Japón (PDJ), sufrió otra derrota (17 escaños) después de las legislativas de diciembre que le apartaron del poder.
Abe dispone ahora de un horizonte de tres años sin elecciones nacionales y de todos los resortes del poder, ya que su coalición controla también dos tercios de la Cámara baja. «La situación del Parlamento inestable ha sido suprimida», se felicitó Abe.
Con este apoyo reforzado continuará la «Abenomía», su política de relanzamiento económico, que incluye grandes infraestructuras y la inyección de abundante liquidez por parte del Banco de Japón, con el fin de alejar la deflación crónica y superar la crisis del tsunami y accidente nuclear de 2011. «La política económica que llevamos es la correcta y podemos continuarla porque comienza a tener efectos positivos sobre la economía», declaró ayer.
También prevé desregulaciones masivas en el sector agrícola y reformas de las normas laborales, que reclaman los empresarios japoneses.
Los opositores temen también que vuelva a endurecer su política exterior frente a China o Corea del Sur e impulse sus planes de rearme militar.