Al unísono, los trabajadores de Alfus FCC Ámbito reiteraron su compromiso por la negociación de las condiciones laborales y salariales. 130 días después de iniciar la huelga, la plantilla de Bedia se mostró firme por continuar «hasta el final» y recordó «la lucha que están desarrollando otros trabajadores en otros conflictos», uno de ellos cerca de su planta, los de Incoesa, que quieren deslocalizar a Cáceres y Palencia después de una vida trabajando en la localidad vizcaina.

Gaizka Belaustegigoita y Orlando Rodríguez, de LAB y ELA, que conforman el comité junto a un delegado «desaparecido» de UGT, reiteraron su compromiso por «la defensa de nuestro empleo» y «de unas condiciones laborales dignas». Avisaron que la mano tendida hacia la dirección de la empresa permanece tendida desde julio de 2012, pero criticaron que la compañía no atiende a razones.

De hecho, la respuesta a la negociación que reclama el comité fue el expediente de rescisión para 16 trabajadores. Tamara Martín, responsable de LAB, aseguró que en el centro del problema se encuentran la negociación del convenio, porque FCC Alfus quiere rebajar las condiciones laborales y salariales para lo que «nos amenazó con el expediente». Sin embargo, el Juzgado de lo Social redujo los despidos de 16 a 4, que los propios trabajadores también rechazan. Anunciaron en la rueda de prensa que recurrirán los cuatro despidos y adelantaron que mantendrán la huelga indefinida.

Según expresaron ayer en Bilbo, el juzgado de lo Social establece en la sentencia de la semana pasada que «no hay causas económicas para realizar ningún despido y, sin embargo, sí estima que concurren causas productivas para el despido de cuatro trabajadores». Explicaron de manera rotunda que «no estamos de acuerdo en que existan causas productivas que habiliten cuatro despidos. Habilitaremos los cauces jurídicos que entendamos pertinentes».

Más allá de esa sentencia, invitaron a la dirección «a afrontar el escenario actual a través del diálogo y buscar un acuerdo definitivo entre plantilla y dirección que dé la tranquilidad necesaria al desarrollo de la actividad de la empresa». Porque «nuestro futuro y empleo están en juego y actuaremos con la responsabilidad que el momento requiere», finalizaron.