Sebastien Gonzalez rompió el lunes por la noche, en el programa Katedra de Euskadi Irratia, el silencio que ha mantenido desde que Aspe lo sancionara con dos meses de suspensión de empleo y sueldo tras su accidente y su renuncia a jugar el Manomanista. Con una actitud muy alejada de la que mantuvo cuando lo dejaron fuera del Parejas de 2011, el delantero de Azkaine tuvo en todo momento un tono conciliador, apostando por dejar de mirar hacia atrás y centrarse en su deporte, la pelota.

«Cada uno puede pensar lo que quiera, fui campeón en 2009 -Cuatro y Medio-, en 2010 estuve en la final -Parejas- y en 2011 me dejaron fuera del campeonato, ha sido un follón. En la historia de la pelota también he sido el primer pelotari al que han sacado de un campeonato -Parejas de 2013- y luego el castigo. Han sido tres temas muy duros, pero estoy dispuesto a dejar todo eso atrás y a pensar en pelota», declaró el delantero lapurtarra.

Está claro que Sebastien Gonzalez no comparte el castigo al que ha sido sometido, pero no quiso decir una palabra más alta que otra. «Este tema ha sido muy complicado, se han dicho muchas cosas y no voy a entrar en ello. He estado dos meses sin decir nada y ahora no lo voy a hacer. Han sido dos meses muy duros, y quiero dar las gracias a la familia por estar al lado mío y a los amigos. Algunos amigos del mundo de la pelota han estado muy cerca y en esos momentos se conoce quiénes son los amigos de verdad», agregó.

Por contra, sin decir nombres, se ha sentido defraudado por otros muchos que «ni siquiera han llamado para saber cómo estaba de mi lesión», pero, aunque por momentos se le pasó por la cabeza hasta «dejar la pelota» -tiene contrato hasta 2015- el delantero lapurtarra prefiere quedarse con lo positivo y entiende que de estas situaciones también se aprende.

En total han sido casi dos meses y medio el tiempo que ha estado fuera de los frontones y, aunque haya entrenado con normalidad, su principal reto es el de adquirir ritmo de competición. De momento, este fin de semana ha sido programado el viernes en Ordizia y el domingo en Etxebarri.