Greenpeace presentó ayer, en Madrid, el informe «Destrucción a toda costa 2013», en el que, por primera vez y mediante el uso de imágenes obtenidas por satélite, se evalúa la situación del medio millar de municipios costeros del Estado español en los primeros 500 metros de su litoral.

En esta ocasión -este es su decimotercer informe anual-, la organización ecologista ha situado a Zierbena entre los diez municipios que han destruido más costa durante los años de la burbuja inmobiliaria, mientras que señala a otro municipio vizcaino, el de Ispaster, como uno de las que más ha protegido su litoral.

Respecto a la localidad de Ezkerraldea, comenta el gran impacto de la planta de Petronor -ubicada entre Ziberbena y Muskiz-, subrayando que «se han sustituido marismas y zonas de gran valor natural, y se ha ocupado la primera franja para la refinería y actividades logísticas». Reprocha al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el haber «amnistiado» a Petronor al «permitir que invadiese la costa». También indica que Zierbena «sigue destruyendo con dragados y nuevos planes urbanísticos la playa de La Arena». En total, el 61% de su franja de los primeros 500 metros está urbanizada.

En cuanto a Ispaster, aparece en el grupo de los municipios menos urbanizados, con menos de 200 hectáreas de superficie municipal ocupada en la franja litoral.

Colapso mediterráneo

Por otro lado, Greenpeace estima que, si se sigue construyendo como hasta ahora, la costa mediterránea del Estado español sufrirá un colapso total en 124 años, según el análisis de las tendencias futuras de ocupación del suelo litoral.

Recuerda que la ocupación de la primera línea de costa ha sido masiva y vaticina que ese proceso «se verá reforzado por la nueva Ley de Costas, que supone una nueva herramienta para seguir urbanizando el litoral».

Por ello, ha propuesto a los municipios que se declaren insumisos en la aplicación de esa ley.