Al menos catorce mujeres y niños murieron y otras tres mujeres y un niño resultaron heridos por la explosión de una bomba en un cementerio de un distrito de la provincia afgana de Nangarhar (este), según informó el portavoz provincial, Ahmad Zia Abdulzai.

De acuerdo con Abdulzai, las víctimas se encontraban realizando un «picnic» junto a la tumba de un familiar durante la festividad musulmana de Aid al Fitr -fin del mes sagrado del Ramadán-, cuando estalló la bomba. La mayoría de las víctimas eran miembros de la misma familia, añadió. En Afganistán es muy común que el primer día del Aid al Fitr las familias recuerden a sus seres queridos fallecidos visitando sus tumbas.

Varias mujeres estaban reunidas en este cementerio rindiendo homenaje a la difunta esposa del líder tribal Haji Ghalib, favorable al Gobierno de Kabul. El propio Ghalib afirmó que «estoy bajo el shock, no tengo palabras» y agregó que la explosión tuvo lugar cuando las mujeres recitaban versos del Corán en torno a la tumba de su esposa. Ghalib aseguró que no tiene enemigos personales, y acusó a los talibanes de estar tras la autoría del atentado.

Crítica a Pakistán

En su mensaje tradicional por el Aid al Fitr, el presidente afgano, Hamid Karzai, exhortó a los talibanes a poner fin a la insurrección para poder estabilizar el país ante las elecciones previstas para abril del año que viene y ante la retirada de las fuerzas ocupantes de la OTAN que debría producirse ese mismo año.

En una crítica velada al vecino Pakistán, al que acusa de servir de refugio a los insurgentes, Karzai pidió a los talibanes que defiendan a su país antes que a los «extranjeros». «Trabajáis para otros, os colocáis sobre los hombros armas extranjeras que matan afganos inocentes...Parad ya, sed afganos», declaró el presidente afgano.

Tanto Nangarhar como su capital, Jalalabad, han sido escenario de una serie de ataques con bomba y atentados suicidas durante la última semana. Durante los primeros seis meses de 2013, la guerra en Afganistán se ha cebado particularmente con las mujeres y los niños entre los cuales se ha producido un considerable aumento de muertos y heridos respecto al mismo período del año pasado, del 61% y 30% respectivamente.

Según la ONU, el número de civiles muertos durante la primera mitad de este año ascendió a 1.319 civiles.