El Centro Marroquí de Derechos Humanos (CMDH) pidió ayer abrir una investigación sobre el supuesto trato especial que tenía en la cárcel de Kenitra (a 40 kilómetros al norte de Rabat) el pederasta español Daniel Galván Viña, cuyo indulto fue revocado por las protestas ciudadanas.

Abdelilah el Jadri, miembro del comité ejecutivo de la citada ONG, aseguró que la asociación tiene datos que indican que Galván recibió trato especial en la cárcel de Kenitra donde fue internado tras ser condenado en 2011 a 30 años de cárcel por abusar sexualmente de once niños.

Las informaciones, recogidas por el CMDH desde el interior de la cárcel de Kenitra, apuntan también a una supuesta falsificación del expediente médico de Galván con el fin de justificar que necesitaba atención por razones humanitarias.

Jadri subrayó que el pederasta repetía a sus compañeros que no iba a quedarse mucho tiempo en la cárcel y que «todo se consigue con el dinero», una frase que también repitió durante su juicio para explicar la supuesta facilidad de tener acceso a tratos sexuales con niños en Marruecos.

El CMDH reclama la apertura de una investigación imparcial sobre estas informaciones para determinar las partes implicadas y sancionar a los eventuales responsables. Para esta ONG el cese del director de la Administración Penitencia no es suficiente.

Ninguna fuente de la Administración Penitenciaria, cuyo director fue cesado el pasado lunes, confirmó estos detalles.

Por su parte, el periódico «Ajbar al Yaum» aportó en su edición de ayer, citando testimonios de excompañeros de cárcel del pederasta, que este último les confesó que había abusado sexualmente de dos jóvenes en la ciudad marroquí de Meknés y otras dos en el Estado español. Galván decía también a sus compañeros que se negaba a volver a Irak y que, en caso de no ser trasladado Estado español, prefería morir en Marruecos.

Mientras, en la calle, varios cientos de personas se volvieron a manifestar el miércoles en Rabat para reclamar total transparencia sobre este caso que, por primera vez, ha provocado el cuestionamiento público del rey Mohamed VI, obligado a pedir disculpas.