Si en Marcelo Bielsa era de alabar su sinceridad en las ruedas de prensa, no lo es menos la de Ernesto Valverde. «Los jugadores han estado regulares y el entrenador también», no tuvo empacho en asumir tras el mal partido de los suyos en Soria, donde si los rojiblancos apenas brillaron ni colectiva ni individualmente, el propio técnico reconoció como equivocadas sus probaturas de Aduriz caído a la izquierda junto a Sola y Etxeita en el lateral diestro. «No ha sido el mejor momento para hacer una probatura de este tipo», asintió sobre esa apuesta del central zornotzarra en banda.

Flojo encuentro del que solo se salva el resultado y acabar con esa sequía goleadora, pero para nada infructuoso el desplazamiento hasta Los Pajaritos. «Son partidos instructivos para mí y para los jugadores, porque hay que saber jugar en todos los sitios», razonó el de Viandar de la Vera. Y no le faltan argumentos. «El Numancia es un equipo que aprieta y tiene oficio», lo fundamentó, y rivales y choques como el del miércoles se los va a encontrar el Athletic y muchos. Encuentros trabados, hostiles, que hay que saber leer y jugar. Y a Valverde parece surgirle la duda de si los suyos lo saben hacer realmente.

«Tú también tienes que saber el oficio, porque si no sabes de qué va esto, al final, en las pequeñas disputas, en los rechaces, en esas pequeñas cuestiones se te marcha el agua. Es por donde se te van los puntos», se explayó en su advertencia y a la vez evidente preocupación. Y es que Txingurri seguro que ha visionado el retrete por el que se fueron muchos de los puntos de la campaña pasada, en esos pequeños lances, en esa falta de madurez puntual, en esos despistes, en ese oficio. Se refirió a ello al valorar como «nada bueno» el primer tiempo en Soria, donde «el Numancia nos apretó mucho y nosotros hemos estado un poco blandos».

En Cardiff, ensayo para Valladolid

Aviso a navegantes de Valverde, que llegó a mostrarse «más satisfecho del partido que hicimos ante el Zaragoza que el que hemos hecho» en Soria. Y en ninguno de los dos el Athletic dio la talla. Es cierto que el gasteiztarra sigue haciendo probaturas, que sigue perfilando ese once que debute dentro de dos semanas y que podremos atisbar este sábado en Cardiff. «Más o menos», respondió al ser preguntado sobre si será un ensayo definitivo para Valladolid. «Quiero probar alguna cosa más pero ya tendremos en perspectiva lo que va a ser ese partido de Valladolid. Posiblemente», añadió. Palabras que evidencian que la imagen que los leones den ante el nuevo equipo Premier debe ser radicalmente opuesta a las firmadas últimamente.

Una de esas cosas que Valverde quiere ver es a Laporte, que se ha incorporado más tarde que sus compañeros, y en quien puede haber depositado su confianza para el eje de la zaga si el francés responde a lo esperado. Sí adelantó el técnico que su intención en Gales es que Toquero salga de titular y por eso quiso darle los 90 minutos a Aduriz en Soria, aunque fuera volcado a la izquierda, apuesta que Txingurri reconoció «no me gustó demasiado»; el donostiarra no acabó el encuentro.

Como tampoco le convenció el ensayo de Etxeita en el lateral diestro, un flanco al que desde fuera no se había prestado demasiada atención esta pretemporada, centrada esta en los problemas del carril zurdo, pero donde el técnico parece tener dudas respecto a si está suficientemente cubierto. «En esa posición estamos un poco cojos», desveló. Iraola está llamado a ser dueño de ese puesto y sin Ramalho de recambio, De Marcos podría ser un comodín e incluso Balenziaga, que ya jugó ahí, a pierna cambiada, en su primer año en Valladolid.