celebración del fin del RAMADÁN
Gaza, aislada y sumida en la penuria tras el cambio de régimen en Egipto
El cambio de régimen a raíz del golpe de Estado del 3 de julio no solo ha acarreado inestabilidad en Egipto sino que ha acentuado el aislamiento de la Franja de Gaza y ha agravado la situación de penuria económica de su millón y medio de habitantes con el cierre del paso fronterizo de Rafah y la destrucción del 80% de los túneles, que aliviaban la crítica situación humanitaria de este territorio palestino gracias al contrabando de bienes de primera necesidad.
GARA | GAZA
Hamas había advertido ya la víspera del golpe de Estado en Egipto de una posible crisis humanitaria en la Franja de Gaza a causa del cierre parcial del paso fronterizo de Rafah por parte de las autoridades egipcias y ahora, tras el cierre total de Rafah y la destrucción del 80% de los túneles que conectaban el Sinaí con el territorio palestino, ha asegurado que eso ayuda «a la ocupación israelí a reforzar el bloqueo y destruir la economía» y ha augurado que «la Franja pronto afrontará una verdadera crisis humanitaria».
Estas dos decisiones del nuevo régimen egipcio ha convertido en crítica la situación en este enclave, cuyos habitantes comenzaron ayer a celebrar la fiesta de Eid al-Fitr en un creciente aislamiento y penuria económica.
La fiesta que pone fin al mes de ayuno del Ramadán es una de las escasas ocasiones que los vendedores de Gaza aprovechan para recuperar las pérdidas de todo el año, porque pese a la penosa situación económica de los gazatíes, la mayoría de los cuales viven en la pobreza, el corazón de Gaza se convierte estos días en un hervidero de hombres, mujeres y niños con bolsas de regalos.
Majed Mattar, de 48 años y padre de seis hijos, cree que al margen de su situación económica, «los padres tienen que hacer lo que esté a su alcance para llevar algo que satisfaga a los hijos». Mattar trabajaba para las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina (ANP) hasta que Hamas tomó el control del territorio en 2007, aunque sigue cobrando su sueldo. «Con la elevada tasa de pobreza y desempleo, no creo que Gaza pudiera sobrevivir sin nuestros salarios», añade.
De acuerdo con estadísticas internacionales y palestinas, la pobreza supera el 60% y el desempleo ronda el 35%.
Los economistas atribuyen esta grave situación económica a los efectos del bloqueo israelí, que impide la entrada de trabajadores a su territorio por motivos de seguridad y sanciona así a Hamas, y a la división interna entre los propios palestinos, con un Gobierno en Gaza y en otro en Cisjordania.
Pero Gaza vuelve a pagar los platos rotos de Egipto, ya que a estos dos factores se ha sumado el último mes el derrocamiento del presidente islamista de Egipto, Mohamed Morsi, y la ofensiva militar en el Sinaí contra grupos extremistas islámicos.
Un informe del Ejército egipcio apuntaba el miércoles, según recogió Efe, que en julio sus fuerzas destruyeron 102 túneles y unos 40 depósitos con 2,7 millones de litros de combustible de contrabando para la Franja.
Los túneles eran una de las vías de aprovisionamiento de la Franja frente al bloqueo israelí, que impide la circulación de personas y la entrada de bienes.
«La mayor parte de los túneles fueron destruidos en las dos ofensivas israelíes en Gaza de 2009 y 2012 y, más recientemente, por el Ejército egipcio, en particular tras el derrocamiento de Morsi», explica Omer Shaban, economista de un centro de análisis estratégicos con sede en este territorio palestino.
El ostracismo, advierte, «puede provocar el hundimiento de su economía y de la vida de la población en general, porque ya existe una severa escasez de combustible, víveres, productos básicos y materiales de construcción».
Israel también los suministra, pero con cuentagotas y tres veces más caros. La falta de suministros afecta especialmente a la construcción, que está prácticamente paralizada, por lo que el desempleo crece drásticamente y la emergencia social aumenta.
«Bomba de relojería»
Según alerta Sami Abu Seif, un exempleado de la ANP, «el cierre de los túneles sin la apertura de otros canales de importación convierte a la Franja de Gaza en una bomba de relojería en marcha que en cualquier momento puede estallar».
También Robert Serry, coordinador de Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, es de la misma opinión, ya que teme que la miseria y la frustración en ese territorio aislado del mundo pueda transformarse en violencia contra Israel.
Para muchos, la actual situación es tan mala como después de 2007, cuando Israel impuso el bloqueo a la Franja de Gaza al cerrar todos los pasos fronterizos y, con él, un castigo colectivo a su 1,7 millones de habitantes.
El Centro Palestino para los Derechos Humanos recuerda que la situación de los gazatíes mejoró en junio de 2010, cuando Egipto decidió abrir el paso de Rafah, aligerando parcialmente el bloqueo y evitando el colapso de todos los sectores de la Franja.
Ahora, con su cierre, además de agravar la escasez de la mayoría de los productos básicos, combustible y materiales de construcción, ha multiplicado la tragedia humana que supone privar del derecho a la libertad de circulación sus habitantes y la detención de decenas de palestinos en el Aeropuerto de El Cairo.
Por eso, insta a El Cairo a reabrir Rafah y a Tel Aviv a que cumpla con el derecho internacional humanitario, pero también exhorta a la comunidad internacional a que recuerde a Israel, como potencia ocupante, su obligación de abastecer de víveres y productos médicos a la poblacion civil, y a que presione para que ponga fin a su política de castigo colectivo y abra todos los pasos.
La Administración Civil, máxima autoridad civil israelí en la Cisjordania ocupada, gestionada por militares, ha aprobado la construcción de más de 800 nuevas viviendas en las colonias judías en territorio palestino. La organización israelí Paz Ahora, contraria a las colonias, aseguró que el número de viviendas aprobadas son 1.096 y se construirán en 11 colonias, algunas de ellas en el interior de Cisjordania.
El Ejército israelí ordenó ayer la cancelación de todos los vuelos en el aeropuerto de Eilat, en el Mar Rojo, por razones de seguridad que no detalló. El aeropuerto permaneció cerrado durante dos horas. «El motivo de la reapertura es un nuevo balance de la situación de seguridad», afirmó la fuente, después de que ocho vuelos hubieran sido desviados al cercano aeropuerto de Ovda. En julio, Israel desplegó una batería antimisiles Cúpula de Hierro en Eilat, una ciudad junto a la frontera con el Sinaí egipcio con la que, según medios de comunicación israelíes, pretendía protegerla -cuando la temporada turística está en pleno apogeo- de eventuales disparos durante las operaciones contra grupos islamistas que el Ejército egipcio desarrolla en el Sinaí. Eilat, ocupada en verano por turistas israelíes y extranjeros, fue blanco de varios cohetes disparados desde el Sinaí egipcio. GARA
Miles de partidarios del derrocado presidente egipcio Mohamed Morsi esperaban ayer en las plazas cairotas de Rabaa al-Adawiya y Al-Nahda la «batalla» inminente anunciada por los medios egipcios después de que el Gobierno volviera a amenazar el miércoles con dispersarles a la fuerza al anunciar el fin de la «tregua» del mes sagrado del Ramadán y autorizara al Ministerio de Interior a «limpiar» ambas plazas. Varios miles más se manifestaron, con motivo de Eid al-Fitr, la fiesta que marca el final del mes de ayuno, en otras regiones, sobre todo en Alejandría y Qena, desafiando las órdenes del Ejecutivo instaurado por el golpe de Estado del 3 de julio.
La llamada comunidad internacional, cuya mediación el Gobierno dio por finalizada y de cuyo fracaso responsabilizó a los Hermanos Musulmanes, teme que la inminente intervención policial contra los seguidores de Morsi se convierta en un baño de sangre. En julio, 250 personas -casi todas defensoras de Morsi- fueron abatidas en enfrentamientos con la Policía o el Ejército.
Sin embargo, los líderes de los Hermanos Musulmanes pidieron a los manifestantes que mantuvieran sus protestas «hasta la victoria». Ayer, las plazas de Rabaa al-Adawiya y Al-Nahda, donde los islamistas oraron juntos y protestaron contra el Ejército, eran una fiesta aunque también se reforzó la seguridad. La esposa del derrocado presidente, Nagla Mahmud, apareció al amanecer en Rabaa al-Adawiya.
Junto a montañas de neumáticos y de piedras, numerosos niños celebraron Eid al-Fitr, que se prolongará hasta el domingo, con guirnaldas, globos de colores y juegos como camas elásticas y mesas de ping pong. El Gobierno y la prensa, casi unánime en su apoyo al Ejército, acusaron a los Hermanos Musulmanes de utilizar a los niños como «escudos humanos».
Los seguidores de Morsi señalaron que era la ocasión para seguir defendiendo su voto y un gobierno civil elegido por el pueblo. «No nos moveremos de aquí hasta que vuelva Morsi y se restablezca la legitimidad. Nos defenderemos con lo poco que tenemos», subrayaron.
Frente a la protesta islamista, los defensores del golpe de Estado se congregaron en la plaza Tahrir para participar en la oración colectiva y respaldar al Ejército. Allí, el imán Gomaa Mohamed Ali se opuso a todo derramamiento de sangre y pidió el desmantelamiento pacífico de las acampadas. Después de la oración apenas quedaron fieles en Tahrir, donde solamente había grupos de menores de edad que celebraban la festividad como en otras ocasiones.
Por su parte, las principales autoridades golpistas acudieron a la mezquita de la Fuerza Aérea en El Cairo. GARA