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«Siempre digo que, en general, el cine me inspira más como persona»

Con motivo del estreno de «Metallica through the never», la nueva película sobre la banda más grande del metal actual, y que se estrenará en los cines el próximo 4 de octubre, Lars Ulrich nos concede una entrevista en Cannes.

Con la voz sentida, casi al borde de la afonía, Lars Ulrich (Gentofte, Dinamarca, 1963) parecía aún imparable a pesar de llevar tres días de verdaderos maratones de entrevistas con motivo del estreno de «Metallica through the never», la nueva película sobre la banda más grande del metal actual, y que se estrenará en los cines el próximo 4 de octubre en formato imax 3d, máxima calidad de imagen y sonido.

Ulrich -motor principal de esta iniciativa-, movió cielo y tierra hasta dar con el director Nimród Antal, después de que la primera opción para asumir la dirección, el fotógrafo y cineasta Antón Corbijn, rechazara el proyecto por incompatibilidad de agenda.

Ya en el primer tráiler de «Metallica through the never» (cuyo protagonista, Dane DeHaan, guarda un ligero parecido con David Bowie), se puede sentir la arrebatadora fuerza de esta banda que en más de 30 años de trayectoria ha alcanzado numerosas metas y hazañas, trascendiendo incluso a un público no habitual al thrash metal.

¿Cómo se siente con una segunda película sobre Metallica?

«Metallica through the never» es muy diferente, por eso no puedo relacionarla con la anterior [«Metallica: some kind of monster, 2004»]. Realizar un filme es una gran experiencia, y cada vez que Metallica tiene la oportunidad de hacer algo fuera de nuestra «zona de confort», es siempre estimulante. Hacer un largometraje de estas dimensiones es bastante abrumador, pero en Metallica, al contrario de lo que se piensa, somos bastante impulsivos, así que cuando decidimos hacer esto, no pensamos mucho en las consecuencias.

Y ¿qué cuernos están haciendo?

Aún estoy tratando de encontrar una respuesta adecuada a esa pregunta (risas). Lo que sé es que es un lujo el poderme permitir hacer todas esas cosas. Somos realmente afortunados, no solamente de tener este chance, sino también de poder controlar todo nosotros mismos, de autofinanciarlo. No tenemos que rendirle cuentas a nadie, porque es solamente una cosa nuestra. Nos gusta ser autónomos, y creativamente es divertido, interesante y esperanzador [en 2012 Metallica fundó Blackened Recordings, la cual también figura como productora de este filme]. Creo en la teoría de que cuando regresemos al estudio de grabaciones, estaremos más motivados e inspirados por nuestras incursiones en otros territorios creativos. Esa es la teoría, y si resulta o no, ya te lo contaré (se sonríe).

Se sabe que el filme será una mezcla de ficción y realidad, pero ¿podría dar más detalles?

Así es, mezcla de ficción y realidad. Me he dado cuenta que es más fácil explicar que se trata de un drama que se desarrolla alrededor de un concierto. Obviamente el concierto es de Metallica, y Dane DeHaan [el protagonista] es Trip, un runner [encargado del transporte y montaje de la banda], y que cumpliendo algunos encargos durante el show, atravesará por una particular y desafortunada serie de situaciones.

¿Y ustedes qué tanto han influido en el desarrollo de la historia?

Estuvimos colaborando todo el tiempo. Cuando decidimos trabajar con Nimród [Antal, el director] como nuestro socio creativo, se fue a soñar con la historia, pero también nosotros colaboramos mucho con él. Me tomó casi un año entrevistarme con diferentes directores, hasta que encontramos a alguien lo suficientemente «hombre» para hacerlo. Algunos directores muy conocidos de Hollywood, al momento de tratar de explicarles lo que queríamos hacer, me veían como de otro planeta o como si estuviera en ácido. Nimród, quien fue premiado por su primera película «Kontroll» (2003), con su mente retorcida húngara, «compró» la moto que le estaba vendiendo (risas).

¿Qué es lo que más le enorgullece de este proyecto?

Es una historia dramática, es una película con un concierto, pero no es el filme de un concierto, no es sobre la gira del grupo, no es un show en vivo. Toda la audiencia que se verá son extras; todo en la película fue creado justamente para esos propósitos. No es que estemos de gira durante un año y medio, llevándonos 12 cámaras para filmar los últimos cuatro shows en Sudáfrica. De eso no se trata. El escenario fue creado especialmente para el rodaje, y filmamos en un entorno controlado. La cámara tuvo el mejor lugar para rodar, y no dependió de si esas plaza estaban o no vendidas; si el mejor lugar era este o aquel: allí se colocaba.

Una actitud bastante estricta.

Sí, es que fue un proyecto cinematográfico. No es que esté diciendo que haya sido un jodido regalo de Dios, lo que quiero decir es que nunca se ha visto una película como esta, porque si existiera, yo la conocería.

¿Por qué eligieron el nombre de la canción, «Through the never», para la película?

Porque era el título más abstracto. Pensamos en los nombres más extraños posibles, ese es el estilo de Metallica. Así que le echamos mano a nuestro catálogo. Al ver la película, te darás cuenta que el viaje de Dane tiene mucho que ver con lo surrealista y abstracto que resulta el título.

¿Qué tan importante es para usted el cine? ¿qué rol juega en tu vida?

El cine es mi pasión, mi escape. La música viene a ser algo así como mi vida, lo supongo... No quiero usar la palabra «trabajo», pero para todos los efectos, la música es como mi trabajo diario. Sin embargo, el cine es mi pasión, y de hecho tengo más amigos en el mundo del cine que en el de la música. Siempre digo que, en general, el cine me inspira más como persona.

¿Qué le aportan sus incursiones como actor, tal como lo vimos en la mini serie «Hemingway & Gellhorn»?

Me encanta ponerme en situaciones que sean altamente creativas. No existe nada mejor que estar en situaciones creativas que sean interesantes e inusuales, y, además, desconocidas. Crear música es una cosa maravillosa, pero hay que tener cuidado con el estancamiento, o resultar repetitivo. Así que realizar proyectos cinematográficos, grabar con Lou Reed, crear tu propio festival o hacer cualquier cosa aparte, te mantiene alerta todo el tiempo; constantemente estás haciendo cosas en terrenos en los que, en realidad, no sabes cómo demonios moverte. Pienso que es precisamente «eso» lo que nos mantiene vivos y lo que nos hace continuar.

Desde el punto de vista creativo, ¿alguna vez se ha sentido estancado o repetitivo con Metallica?

Siempre tratamos de superarnos (reflexiona) Supongo que habrá habido algunas veces en las que nos hemos enfrentado a esas situaciones, pero tal vez fue más el miedo... El temor y a ser demasiado complacientes, o cualquiera de esas cosas. Sin embargo, tratamos de sacudirnos ese miedo lo más posible.

Por otra parte, también está la inmensa base de fans, la cual tal vez eleve ese reto hasta hacerlo poco menos que aterrador.

(Se sonríe). Y eso es lo que hace que esto sea difícil algunas veces, porque especialmente en el hard rock una buena parte de los fans pueden ser bastante conservadores. Algunas veces tienes que lidiar con eso, y lo hacemos en la medida en que cerramos nuestros oídos y nos abstraemos. Pero obviamente, somos conscientes del hecho de que en especial los seguidores de hard rock quieren siempre lo mismo, y si sigues esa línea o si de repente te vas por otro lado, vas a caer en el gran pecado. Eso no lo puedes controlar. La única cosa que sí puedes controlar es lo que hace Metallica, no la respuesta o la reacción de la gente. Pero tampoco me interesa tomar el control de ese lado.

¿Ha pensado alguna vez en crear música para películas?

Claro, nos han preguntado varias veces si estábamos interesados. Un director muy conocido nos contactó hace un año para hacer el soundtrack de su próximo proyecto, y le dijimos que sí. Así que solo toca esperar el momento del estreno.

¿Cuáles son sus películas musicales favoritas?

Sin ningún orden en particular: «Gimme Shelter» (dirigida por Albert y David Mysles, 1970), «The Last Waltz» (de Martín Scorsese, 1978) y «Spinal Tap» (Rob Reiner, 1984)... Son tres películas muy diferentes entre sí, así que cubren mucho, ¿no?