Una ola de inmigrantes satura centros de internamiento y calabozos en Cádiz
La llegada masiva de inmigrantes a las costas de Cádiz en aguas del Estrecho de Gibraltar, cerca de 200 durante el fin de semana en ocho precarias barcas de juguete, ha desbordado los centros de internamiento e incluso los calabozos policiales de Algeciras. A este desbordamiento por las llegadas marítimas se añaden los intentos de entrar en territorio europeo por tierra, a través de Ceuta y Melilla, que han saturado también el centro de acogida temporal de Melilla.
GARA |
Los servicios españoles de Salvamento Marítimo rescataron entre el sábado y primeras horas de la mañana de ayer a unos doscientos inmigrantes que tratan de llegar a Europa a través del Estado español, una de las puertas de entrada para los migrantes africanos, en una nueva ola vinculada al verano y al fin del mes sagrado del Ramadán.
Ayer, fueron socorridos 59 migrantes subsaharianos que navegaban en nueve pequeñas barcas hinchables, que se suman a los 137 del fin de semana. De esta forma, entre el fin de semana y ayer han sido rescatados en el Estrecho de Gibraltar 196 subsaharianos, que viajaban en precarias embarcaciones, a pesar del fuerte viento de levante y del mal estado del mar.
Esta oleada está saturando los calabozos de la Policía española en Algeciras, donde están siendo recluidos los inmigrantes, ya que el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) no está operativo. Según informó a Efe el portavoz del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) en Algeciras, Juan Antonio Morillo, ayer había 150 inmigrantes en los calabozos de las dependencias policiales, una situación «anómala» que deriva de la falta de espacio en los centros de internamiento de extranjeros de la zona.
El de Algeciras no está operativo desde junio por deficiencias en el edificio y solo se utilizan los módulos de mujeres, donde hay internadas siete, y los inmigrantes están siendo derivados al de la isla de Las Palomas, en Tarifa, que se encuentra al límite de su ocupación debido a la llegada masiva de los últimos días. Esta situación está obligando al traslado forzoso de los inmigrantes a los calabozos de la comisaría de la Policía de Algeciras.
«Puede ser un caos»
Los sindicatos policiales SUP y UFP (Unión Federal de la Policía) niegan que por el momento haya hacinamiento en sus instalaciones, pero advierten de que si siguen llegando pateras «no hay dónde meterlos, y eso puede ser un caos».
La afluencia masiva requiere una intensificación de la capacidad de respuesta de todos los organismos implicados. El presidente de la Asamblea de la Cruz Roja en Tarifa, Israel Díaz, reconoce que está siendo «un trabajo muy intenso».
Entre ocho y diez voluntarios se desplazan al puerto de Tarifa casi a diario para atender a los inmigrantes que son rescatados en el Estrecho y proporcionarles calor, ropa seca y alimentación, antes de ser entregados a la Guardia Civil y la Policía española, que los transfieren a los centros de detención.
Díaz reconoció que la llegada masiva de este fin de semana «ha sido fuera de los normal, mayor que en anteriores ocasiones» y no descarta que este flujo siga.
En 2012, 3.804 inmigrantes alcanzaron las costas andaluzas por mar, un 30% menos que en 2011, según el Ministerio español de Interior.
Numerosos inmigrantes «sin papeles» del África Subsahariana intentan regularmente llegar a Europa desde Marruecos, por vía marítima, atravesando el Estrecho de Gibraltar, o por tierra, cruzando a Ceuta y Melilla, las dos únicas fronteras terrestres entre Europa y África.
Periódicamente, grupos de hasta varios cientos de personas tratan de saltar la valla que separa a Melilla de Marruecos. Estos asaltos sucesivos han saturado el centro de acogida temportal de Melilla, que actualmente alberga a alrededor de 850 personas, cuando su capacidad es de 480, por lo que en el exterior se han debido habilitar tiendas de campaña del Ejército.
El prefecto de Melilla, AbdelMalik El Barkani, señaló en mayo la dificultad del Estado español de hacer frente al flujo de inmigración procedente de África, que se está desplazando desde finales de la primera década de este siglo, cuando se utilizaba la ruta marítima de Canarias, al oeste de Marruecos.
En lo que va de año han sido rescatadas y atendidas unas 875 personas, cifra que duplica el número registrado entre enero y finales de agosto del año pasado. En 2012, los meses de mayor actividad fueron setiembre y octubre, por lo que no es descartable que el flujo continúe.