«La base está aquí». Fueron las palabras de Ernesto Valverde a la finalización del último ensayo en Gales. Y ayer, sobre el verde de Lezama, el técnico gasteiztarrea ajustó más aún esa declaración de intenciones cuando dedicó varios minutos a charlar con la que se perfila defensa titular en Valladolid, la formada por Iraola, San José, Gurpegi y el cachorro Saborit, y el doble pivote por delante de ella, el forjado por Beñat e Iturraspe. Hasta ahí, y con la salvedad de una portería en la que no sorprendería que diera una oportunidad a Iago Herrerín -aunque los galones de Iraizoz son los galones-, la principal duda en un posible 4-2-3-1 surge en el puesto de enlace entre el doble pivote y el ataque. Herrera o De Marcos, De Marcos o Herrera. El jueves, dos días antes del debut, Txingurri ofrecerá en rueda de prensa sus últimas impresiones y quizá allí o quizá antes en Lezama, desvele su apuesta para Pucela.

Parece claro que en principio las bandas serán para Muniain y Susaeta, con Ibai al acecho para aprovechar cualquier bajón del navarro. Del mismo modo que Markel no debe despistarse y seguir en la línea ascendente ofrecida con Bielsa, si no quiere que Ibai sea alternativa real para esa banda o incluso el propio De Marcos. Sin embargo, parece que el futbolista de Guardia se las verá este curso con Herrera. Que juegue uno u otro de inicio quizá dependa del planteamiento de Valverde en cada partido.

Al técnico de Viandar de la Vera le gusta el fútbol combinativo. Lo demostró en su reciente etapa en Valencia. El equipo ché con Maurio Pellegrino promediaba 391 pases por partido, mientras que con Valverde esa cifra se fue hasta los 424. Txingurri busca el control, pero sobre todo el movimiento de la pelota en zonas de peligro para el rival, porque una cosa es la posesión en campo propio y otra en la del contrario. Eso, y la efectividad en el pase.

Con Marcelo Bielsa, el Athletic contabilizó 18.215 pases intentados en la campaña 2011-12 y la 2012-13 la cerró con 17.263, el tercer equipo de la Liga que más ejecutó esta acción. La pega fue que la efectividad de los mismos no fue la deseada y que la falta de efectividad de sus disparos fue tan alarmante que al final del curso eran el peor tercer equipo de este ránking, igualado con el Espanyol y solo por delante del Rayo y Granada.

La precisión del último pase

El Athletic debe mejorar y mucho ese porcentaje de precisión rematadora, pero también debe mejorar mucho la efectividad de ese juego en el último tercio del campo rival, cerca de la meta contraria, en ese último pase que tanto se erró la pasada campaña. Y ahí, con Herrera más adelantado, Valverde puede buscar esa precisión en la asistencia última, como lo fue por ejemplo Xabi Prieto en la Real, que dio 876 pases buenos en campo contrario, es decir, nada menos que el 70,6% de sus pases los dio acertados. Seguro que los Vela, Agirretxe o Griezmann se lo agradecieron.

La otra opción para Valverde es intercalar entre la medular y la delantera a De Marcos y aprovechar su enorme movilidad, sus desmarques, sus diagonales, su llegada, incluso puede que sus goles. Quizá pierda en control del partido sin Herrera, pero gane en profundidad de ataque. De ahí que la opción de uno u otro pueda depender del tipo de rival, de si se juegue en casa o fuera, del tipo de planteamiento, del momento del encuentro... Lo que está claro es que el Athletic gana en alternativas ofensivas. Uno de los que quiere ser protagonista en ese aspecto es, por ejemplo, Ibai Gómez, que ayer compareció en sala de prensa en Lezama para dejar claro que primero es el colectivo, pero que él, como todos, está ahí para «pelear» por un puesto y «aportar al equipo».

«Importantísimo empezar bien»

El de Santutxu afronta su tercera campaña habiendo tenido más protagonismo en el equipo, aunque de manera irregular. Muniain sigue pesando mucho e Ibai está ante una campaña en la que debería también dar ese necesario paso al frente. Pelear decididamente por la titularidad. Tiene sus aplaudidas virtudes, debe trabajar sus defectos, pero necesita coger más peso.

De lo que no tiene duda alguna Ibai, como tampoco el propio aficionado rojiblanco, es que comenzar con buen pie en Valladolid se antoja casi vital. «Es importantísimo empezar bien para que todo se asiente, para que todos confiemos en esto. Tenemos que ir allí a por los tres puntos», reconoció. Un mal resultado en el Nuevo Zorrilla podría suscitar dudas de cara al derbi en exilio de Anoeta, sin olvidar la perspectiva de esa tercera jornada rindiendo visita al Santiago Bernabéu. Puntos trascendentales desde el inicio, sobre todo porque estamos ante un proyecto nuevo que necesita tomar aire desde ya y que las cosas no se tuerzan como sucedió el pasado curso.

Valverde, como Marcelo Bielsa en su primer año, debería tener su margen de confianza si las cosas empiezan todo lo bien que se espera siempre que su fútbol convenza. Confiemos en que a Txingurri no le haga falta gastar esas balas. El sábado empezaremos a salir de dudas.